Foto: Asaid Castro/ACG

CONTRAPUNTO

“Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti”
(Oscar Wilde)

La competencia entre las principales corcholatas de morena, Adán Augusto, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard, se veía muy pareja, son unos adversarios muy activos, se les ve los fines de semana en recorridos al interior del país, aprovechan bien sus cargos políticos para posicionarse como buenos servidores públicos, incursionaron en redes sociales como TikTok con buenos resultados, supieron sacar partido de una historia romántica o de la presencia de su pareja, hasta hay quien se avienta un palomazo, ¡sin miedo al éxito!

Todo esto con la idea de llegar al mayor número de personas, en el menor tiempo posible, lograr en primer lugar, escuchen su nombre, después identifiquen el nombre, con el rostro de la persona, utilizar los diferentes espacios de comunicación mostrando sus capacidades, sus fortalezas, el trabajo realizado en beneficio de la ciudadanía, esperando que su propia trayectoria los proyecte como la mejor opción.

Sin embargo, apareció un mensaje en espectaculares por todo el país, con una silueta femenina, acompañado del hashtag #EsClaudia, esta campanada que hizo la diferencia en ese momento, entre los tres candidatos, fue gracias al riesgo tomado por el equipo Sheinbaum, jugaron “al filo de la navaja”, entre el peligro de ser inhabilitados de la contienda electoral o lograr posicionarse en el imaginario colectivo, con el pensamiento; “esto ya está decidido, la candidata #EsClaudia”.

En otras palabras, usaron un mensaje persuasivo para consolidar la idea de triunfo, visibilizar su presencia, posicionarla en las encuestas; sin embargo, más allá de esto, los partidos políticos de oposición reaccionaron y presentaron quejas por uso indebido de recursos públicos, actos anticipados de campaña, entre otras.

La polémica sobre el tema de la legalidad, sentó la agenda en los medios de comunicación, el INE ordenaba a la candidata se deslindará de la campaña, AMLO tuvo que dedicar tiempo al tema en la mañanera, un grupo de diputados se asumían como los responsables, presidentes de los partidos y políticos exigían a las autoridades electorales su intervención, sin pensarlo el efecto negativo seguía sumando a la causa.

Ante la desesperación de los resultados inesperados por la campaña, la oposición inicio una contra campaña en las redes sociales, asociado el mismo hashtag a todas las problemáticas que se han vivido y se viven en CDMX, quizá un poco tardía, sin la misma fuerza y sin los iguales resultados.

Con todo esto nos podemos dar cuenta que la campaña en esencia es como una orquesta, la cual requiere la armonía perfecta, entre personajes altamente preparados, sumando sus talentos, y permitiendo hacer la diferencia en competencias que parecieran muy parejas, llevando al límite y esperando que los otros equipos cometan mayor número de errores.

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