Morelia, Michoacán
Estudiantes del Tecnológico Nacional de México, campus Instituto Tecnológico de Morelia (ITM), desarrollan proyecto de investigación en el que buscan incrementar la vida útil de las balatas de automotores ligeros, con el uso de un material compuesto y a través de la celulosa que extraen de las colillas de cigarro.
Los estudiantes Florelia García Izquierdo, Miguel Rangel Peña, Jesús Soria Magos de Ingeniería en Materiales; Gladys Méndez Cisneros, Ingeniería Industrial y Juan Carlos Rangel Jacuinde de Ingeniería en Gestión Empresarial son asesorados por los doctores Francisco Reyes Calderón y Omar Aguilar García.
El equipo denominado Eco Friction Material, presentó su proyecto en la edición regional de INNOVATEC y participaron en la contienda nacional.
De acuerdo con el proyecto, las balatas son piezas que están sometidas a un alto grado de abrasión y desgaste al tener contacto continúo con el disco de freno, lo que hace que su reemplazo sea a corto plazo. La propuesta del proyecto es la formulación de un material compuesto para la elaboración de un material de fricción para las balatas, que incremente la vida útil de dicha pieza y garantice seguridad a los usuarios de vehículos automotores ligeros (automóvil, motocicleta, etc, cualquier vehículo que no exceda la capacidad de ocho personas).
Los estudiantes buscan obtener un producto eficiente y novedoso, especialmente, amigable con el medio ambiente porque utilizarán las colillas de cigarro con la extracción del acetato de celulosa, el cual es un polímero que puede ser utilizado como ligante. Los estudiantes utilizan Carburo de Silicio, Aluminio 6061 y el Acetato de Celulosa; este último les permite aglutinar los materiales mencionados y la finalidad es que este material de fricción permita retardar el tiempo de desgaste de la balata.
En las pruebas realizadas, al hacer un comparativo con las balatas comerciales cerámicas, Eco Friction propone un material que permitirá que el costo de las balatas sea menor a las comerciales y con la garantía que durarán entre 5 mil y 10 mil kilómetros más que las convencionales.
Los participantes en el proyecto buscarán avanzar en las diversas pruebas a fin de buscar el registro de patente y con ello, posteriormente comercializarlo.