Foto: Gobierno Municipal de Saltillo

Contrapunto

Sobre la gran balanza de la fortuna, raramente se detiene el fiel; debes subir o bajar; debes dominar y ganar, o servir y perder, sufrir o triunfar; ser yunque o martillo.
(Johann Wolfgang von Goethe)

Es tema obligado hablar de los procesos electorales de Coahuila y Estado de México del 2023, al ser antesala de la elección presidencial, sobre todo por el contexto político tan complicado para los integrantes de la alianza PRI-PAN-PRD, quienes podrían estar jugando la única o la última oportunidad para inclinar la balanza a su favor, al menos emocionalmente hablando; esto, si logran ganar las elecciones, conservando los estados que aún gobiernan; por el otro lado, el contexto para Morena es diferente, ellos requieren evitar crisis internas, conciliar entre las distintas fuerzas, alistar la maquinaria electoral, dejar la percepción en el electorado que el 2024 es un mero trámite.

La trascendencia de las elecciones en Coahuila y EdoMex tiene que ver con algunas particularidades, ambos son bastiones del priísmo, donde han gobernado de manera hegemónica por más de 80 años; respecto a EdoMex, se le considera la joya de la corona, al poseer el padrón electoral más grande del país, con su aportación a la cámara de 75 diputados federales y ser el origen del Grupo Atlacomulco, entre otras.

En lo que respecta a Coahuila, hablamos de un estado con condiciones distintas a la media nacional; de inicio, el Gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, es evaluado en las encuestas como el mejor mandatario estatal del país, incluso superando a AMLO en niveles de aprobación. Coahuila es considerado por segunda vez como uno de los más seguros para vivir, tiene dos de las cinco ciudades más seguras a nivel nacional, es el octavo estado con mayor peso en la actividad económica; por ello, podemos decir en términos generales que, la imagen del partido, los resultados del gobierno y el trabajo del gobernador están asociados con un beneficio social, llamado “calidad de vida”.

Por ello, Coahuila podría ser un caso atípico; es decir, el parteaguas para analizar la forma en que Morena ha venido sorteando las campañas en el resto del país, pues habrá que evaluar si la estrategia de polarización, el discurso de lucha contra la corrupción o la mafia del poder aplica bajo cualquier circunstancia; recordemos que esta estrategia fue diseñada para AMLO, asociando su nombre a una causa, en un contexto de hartazgo, cuando la gente pedía un cambio.

Tendremos que estar atentos al proceso electoral de Coahuila, pues hoy por hoy, pudieran no tener los resultados deseados las campañas como la de Ricardo Mejía Berdeja, actual subsecretario de Seguridad Pública Federal, al no contar los candidatos con las cartas credenciales en cuestión de valores y congruencia que AMLO ha puesto a prueba y no estar las circunstancias estatales necesarias para asegurar el éxito.

Ernestopacheco.c2011@gmail.com

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