Ciudad de México

Luego de una discusión en apariencia interminable con argumentos repetitivos, quedó rechazada la reforma electoral propuesta por Andrés Manuel López Obrador, con 269 votos a favor, 225 en contra y una abstención, por parte de 495 diputados presentes.

A pesar de que se obtuvo mayoría simple a favor del dictamen, por tratarse de una reforma a la Constitución, tendría que haber obtenido la aceptación de al menos las dos terceras partes de los presentes. Esto es, 330 votos en pro.

Los principales argumentos a favor iban en el sentido de reducir el gasto que representa el Instituto Nacional Electoral (INE), respaldar al Gobierno de la República.

En contra, se argumentó que serían los tres poderes y no los ciudadanos, como se ha anunciado, quienes elegirían a los consejeros electorales, que todos los diputados serían plurinominales de aprobarse esta reforma y que retirar los recursos públicos para mantener a los partidos políticos durante los períodos ordinarios podría abrir las puertas al crimen organizado para financiarlos:

“Esta propuesta nos puede abrir las puertas para que tengamos narcoconsejeros”, alertó  Ivonne Ortega, diputada federal de Movimiento Ciudadano.

El ahorro que se prevé, agregaron diputados de distintos partidos políticos, no queda claro ni es tan sustancioso:

“Con todo lo que se ha etiquetado para Dos Bocas se podrían pagar 25 años del INE”, expuso Jorge Romero, diputado federal del PAN

Los argumento de Gerardo Fernández Noroña, por otro lado, tuvieron que ver con el amor que expresa él por López Obrador, la asistencia a la marcha y cómo la gente se arremolinaba para “besar” al Presidente y también, como el resto de su compañeros de expresión política, aseguró que Claudio X. González Jr., presidente de la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), es quien está detrás de las movilizaciones para defender al INE.

Después la discusión se tornó más electoral que argumentativa, pues los representantes “del pueblo” y de los partidos políticos aseguraban unos a otros que ganarían las elecciones de 2024.

“Los vamos a hacer picadillo y ustedes hipócritamente van a salir a decir que hubo fraude electoral aunque sea ese mismo INE tramposo”, amenazó Fernández Noroña.

Hubo llamados al orden, porras, carteles, fotos, escenografía y gritos y finalmente se procedió a la votación.

A continuación comenzó la discusión del Plan B, una serie de reformas a leyes secundarias, que no requieren de mayoría calificada para aprobarse.

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