Pekin, China
Las protestas contra las restricciones por el covid-19 en China se intensificaron este fin de semana en ciudades de China como Pekín, Shanghái, Wuhan o Nanjing.
Lo actos de protesta se intensificaron a raíz de un incendio que mató a 10 personas en un bloque de apartamentos en Urumqi, capital de la región autónoma uigur de Xinjiang, en el oeste del país. Muchos señalan el confinamiento en los edificios como la causa de las muertes en el accidente.
Los chinos están sometidos a rastreos continuos, y la detección de un brote implica automáticamente el confinamiento de una fábrica, un edificio entero de viviendas o una ciudad.
En la protesta en Shanghái, la ciudad más grande de China y centro financiero mundial, se vio a algunas personas encendiendo velas y dejando flores para las víctimas.
Otros gritaban consignas como: “Xi Jinping, renuncia” y “Partido Comunista, renuncia”. Algunos también sostenían pancartas en blanco.
En tanto, en Internet aparecieron fotos y videos de estudiantes que protestaban el sábado pasado por la noche en varias universidades.
En las imágenes de las manifestaciones se podían ver a los participantes sujetando folios en blanco. Este recurso para evitar la censura se ha convertido en el símbolo de la protesta.
Esta clase de demandas son algo inusual dentro de China, donde cualquier crítica directa al gobierno y al presidente puede resultar en duras sanciones.
En realidad, millones están cansados de tres años de restricciones de movimiento y pruebas diarias de covid.
La ira se ha extendido a todos los rincones de China, desde las principales ciudades hasta regiones remotas como Xinjiang y el Tíbet, y ha galvanizado a todos los sectores de la sociedad.
La estrategia de “Covid-cero” se debe, en parte, a los niveles de vacunación relativamente bajos de China y al esfuerzo por proteger a las personas mayores.
A pesar de las estrictas medidas, el número de casos de China esta semana alcanzó récords históricos desde que comenzó la pandemia.