Morelia, Michoacán

“Al carajo la corrupción”, soltó el presidente Andrés Manuel López Obrador en su discurso-informe que rindió este domingo frente a miles de ciudadanos señalados como “acarreados” procedentes de todo el país.

La reacción presidencial a la manifestación a favor del INE, convocada desde el palacio de gobierno, obligó a marchas en caravana desde distintos puntos del país, pero el gentío no alcanzó a llenar el Zócalo capitalino este domingo.

La respuesta social, nutrida pero no la esperada, no mermó el ímpetu del Ejecutivo federal que, por enésima vez, repitió su discurso de cada vez, el que va en contra de la corrupción, los tecnócratas y los neoliberales.

Fue el mensaje de cada vez que endiosa los programas sociales como el mejor y más efectivo sistema de gobierno.

Un mensaje en el que defendió de nuevo al tren maya, al solitario aeropuerto AIFA, “Felipe Ángeles” y a sus decisiones de subsidiar la gasolina y otros servicios, porque si no “todo estaría mal, muy mal”.

Y sonriente, clamó: “No es mal negocio aguantar los cuestionamientos, los insultos y hasta la calumnia”, dijo para luego cuestionar “¿o regresamos al tiempo de la prensa vendida o alquilada?”.

El “no” de sus seguidores fue fuerte, acompañado de aplausos y gritos. Los miles aguantaron así, torta en la panza, las interminables horas que los mantuvieron en el lugar con el sol a plomo.

Agradecidos con el presidente, que a diferencia de sus mañaneras ofreció una oratoria más rápida y con la elocuencia del discurso de campaña que acompañó a López Obrador en sus décadas de campaña permanente, los asistentes aplaudieron en distintos momentos.

El presidente abrió pista con sus logros que han sido insignia de su gobierno desde el primer día: los apoyos a programas sociales, principalmente en salud, para adultos mayores, su gran hit y para los jóvenes; temas que retomó a lo largo de su alocución.

En el zócalo dividido entre los invitados especiales, separados del resto de los llamados “acarreados” por vallas metálicas, López Obrador afirmó que su gobierno está acabando con el racismo y el clasismo; con las diferencias, porque primero son los pobres, recordó su eslogan de hace casi dos décadas.

También, tras criticar a los tecnócratas y liberales que satanizaron los subsidios, afirmó que su administración respeta la libertad de expresión, “como la reciente cumbre de los más grandes de la ultraderecha”.

López Obrador calificó asimismo a su forma de gobierno, como de “humanismo mexicano”, frase que será la que marque a partir de ahora a su administración.

En casi dos horas, hizo un recuento de sus años de gobierno y lo que le depara al país en lo que le resta como titular del Ejecutivo.

Ponderó que ahora no se cobra la atención médica ni los medicamentos; que llevará al sistema IMSS Bienestar a todo el país, para hacer realidad el derecho del pueblo a la salud.

Dijo que ese instituto ha atendido a 52 millones 319 mil 721 derechohabientes y que está reformando a fondo el ISSSTE, “limpiándolo de corrupción y rescatándolo del esquema privatizador” para que la atención médica a los trabajadores del estado sea mejor.

De los programas sociales, ennumeró que un millón 300 mil personas, sobre todo niñas y niños con discapacidad, reciben una pensión de 2 mil 800 pesos bimestrales y que, con la aportación complementaria hasta ahora de los gobiernos estatales de 15 estados, este apoyo ya es universal para todas las personas con discapacidad.

Dijo que 10 millones 500 mil adultos mayores reciben una pensión de 3 mil 850 pesos bimestrales; la cual aumentará en el 2023 en 25 por ciento y otro tanto en el 2024, “cuando terminemos será 5 veces más que cuando comenzamos el gobierno”.

Refirió que 2 millones 339 jóvenes se han capacitado para el trabajo como aprendices en el programa “Jóvenes construyendo el futuro”; “tienen IMSS, se les paga un salario mínimo de 5 mil 258 pesos para que no queden desamparados, si no tienen la posibilidad del estudio ni del trabajo, se les dé esta oportunidad que trabajen un año de aprendices en empresas, comercios, en el campo, para que no sirvan de semillero a los grupos de la delincuencia… Que no se los lleven, que no los enganchen”.

Presumió que su gobierno no ha contratado deuda nueva o adicional, que ahora, todo el apoyo es de abajo hacia arriba.

“Hemos demostrado que en materia de política económica funciona la fórmula de desterrar la corrupción y acabar con los lujos y el derroche en el gobierno, cobrando impuestos, sin aumentarlos, sólo cobrando a las grandes empresas y bancos que nunca pagaban hemos”.

Así, citó, se logró recuperar un billón 8990 mil millones de pesos adiciónales en cuatro años; mientras que, por combatir el huachicol, se han recuperado 236 mil 134 millones de pesos

El plan de autoridad republicana o el criterio de que no debe haber gobierno rico con pueblo pobre, así como no permitir la corrupción en contratos de obras y servicio, permitió ahorrar 574 mil millones de pesos.

En materia de seguridad sostuvo que los delitos del fuero federal han bajado más del 27 por ciento, como el robo de vehículos en un 40.1 por ciento; los homicidios en 10% y el secuestro en 68 por ciento.

El presidente aseguró que habrá nuevas y buenas cosas, “que les van a gustar mucho” el próximo año y enumeró a lo largo de su discurso varios de ellos, como la ampliación del tren maya; la construcción de un parque y la redistribución de recursos rescatados de manos corruptas.

El evento concluyó con el presidente saludando de mano a los invitados especiales, los del primer aparatado de sillas y una batucada que despertó a los asistentes inmediatos, algunos no dudaron en bailar y recuperar el aire y movilidad, antes de retornar a sus lugares de origen.

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