Ciudad de México
Según consta en los registros de correo electrónico filtrados por el grupo Guacamaya, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) contabilizó mil 643 militares que afectaron la seguridad y el rostro del Ejército entre 2019 y 2020: filtraron documentos, vendieron armas y vestuario, se involucraron en robos y extorsiones, compraron o vendieron drogas, o se vincularon a la delincuencia organizada, entre otros delitos.
Estos casos aparecen en los informes que presentaron diversas secciones del ejército y la fuerza aérea mexicana tras aplicar medidas de contrainteligencia, otros, provienen de evidencias localizadas en medios de comunicación, redes sociales y a través de denuncias anónimas.
El documento que refleja estas irregularidades fue creador por el Sistema de Inteligencia Militar como parte de la evaluación bianual 2019-2020 y muestra las estadísticas de casos en los que se han vulnerado las medidas de contrainteligencia, “afectando la seguridad en las operaciones, la información, la documentación y la integridad física del personal militar”,
El informe enviado el 20 de abril de 2021 da cuenta de que la mayoría de las faltas fueron cometidas por la tropa (mil 500), aunque hay registro de la participación de 60 oficiales, 30 jefes y tres generales.