Morelia, Michoacán
Michoacán es “el paraíso de los riesgos”, a causa de la alta vulnerabilidad de su población ante los efectos adversos del cambio climático; la presencia de múltiples amenazas por la recurrencia de fenómenos naturales como sismos y deslaves, y la insuficiencia de mecanismos de adaptación y mitigación.
Durante la presentación del Foro Regional Impactos del Cambio Climático: Vulnerabilidad y Adaptación, que se llevará a cabo los días 22 y 23 de septiembre, como antesala del foro nacional que tendrá lugar en octubre próximo, la investigadora Patricia Alarcón Chaires expuso que “el cambio climático es irreversible”, además de que “no es posible impedir la amenaza, pero sí disminuir la vulnerabilidad y el riesgo”.
La ubicación geográfica de Michoacán, el cambio de uso de suelo forestal, el crecimiento del monocultivo del agave mezcalero, el manejo inadecuado de los residuos sólidos y la urbanización son algunos de los factores que detonan un recrudecimiento del cambio climático e inciden en la vulnerabilidad y el riesgo de la población.
“Michoacán es altamente vulnerable y altamente amenazable, lo que construye el riesgo, indicadores sociales y económicos, como los mostrados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), muestran este comportamiento, pero también las edificaciones, como es el caso de las viviendas de adobe; el acceso a los servicios de salud; la disponibilidad de vías de comunicación, entre otros”, detalló Alarcón Chaires.
De acuerdo con el secretario de Medio Ambiente, Alejandro Méndez López, suman 12 municipios inscritos en el programa nacional de cambio climático, con un nivel de prioridad medio.
Estos son Álvaro Obregón, Cherán, Chucándiro, Erongarícuaro, Gabriel Zamora, Huiramba, Ixtlán, Madero, Parácuaro, Quiroga, Tlazazalca y Tzintzunzan.
Abatir la vulnerabilidad implica involucrar soluciones en todos los niveles y ámbitos, aseveró el secretario de Medio Ambiente, y la primera intervención debe ser desde lo local, para, a través del diálogo, “conocer de primera mano los mecanismos de adaptación y las vulnerabilidades de las poblaciones”.
“No sólo es mitigar el riesgo, sino adaptarse para disminuir la vulnerabilidad, y esto es algo que sólo puede hacerse desde las poblaciones locales, como las comunidades indígenas, necesitamos establecer un diálogo con ellas para retroalimentarnos con sus conocimientos ancestrales y enriquecer las políticas públicas”, refirió Méndez López.
Estos son los trabajos que se pretenden llevar a cabo en el Foro Regional Impactos del Cambio Climático: Vulnerabilidad y Adaptación, donde mediante talleres y experiencias locales, así como el acercamiento con uno de la comunidad indígena de San Jerónimo Purenchécuaro, se tendrán intercambios de conocimientos, más que un desfile de saberes científicos.