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Akelarre

Esta editorial, que es más bien un breviario personal y un recordatorio, va con dedicatoria y amor para las mujeres y amigos, familia que me han acompañado en este andar, para quienes saben lo mucho que nos cuesta a las mujeres llegar a trabajar y servir a nuestra comunidad.

Declaro con claridad:

A mí no me paga ni me ha contratado nunca un instituto político para hacer lo que hago, mi convicción, como la de miles de personas que se han sumado a esta causa, no fue comprada ni motivada por nombramientos de papel.

He tenido que convivir y trabajar con partidos, ¡claro! Varias veces. Y me encontré que no han sido buenos políticos, líderes que sepan cumplir acuerdos, ni ser equitativos y mucho menos inteligentes para tratarnos de iguales y no como utilitarios de intercambio.

Así que tengo toda la libertad, las pruebas y la boca llena de razón para decirles ¡que vayan y…! Y revisen su funcionamiento, como institutos políticos en relación con las mujeres y su participación, que revisen sus acciones.

No crean que no se nota su estrategia para burlar las leyes electorales de paridad 50 y 50. No crean que no sabe el pueblo que a las mujeres líderes, que son la base de sus partidos, las utilizan úicamente para llenar eventos, para recibir aplausos, organizar votos y al final llegar ustedes y sus socios a los espacios de poder y decisión.

Que aplastan y condicionan a las mujeres que demuestran capacidad y fuerza para que no les hagan sombra, que posicionan solamente a quienes no les representan peligro, a las que NO se atreven a desobedecerlos por miedo a perder las migajas de poder que les dan.

No quiero ninguna candidatura partidos, ¡tranquilos!, ni otras mujeres fortísimas que conozco, francamente la sociedad ya no les creemos. Queremos que trabajen bien y en beneficio de la gente que aún cree en algún partido político. México merece mejor, las mujeres merecemos y valemos todas mucho más que lo que les “conceden”. Pero es momento de dejar clarísimo en el tablero político, que no necesitamos sus concesiones, ‘la paridad es un principio constitucional y es para el interés superior de la nación que las mujeres deben llegar a representarse a sí mismas y a otras en todos los espacios de poder’ y toma de decisiones en México.

¡Mujeres! Nosotras somos multiplicadoras, habitamos en mayor número la Tierra, somos sostenedoras de hogares, de familias, dadoras y receptoras de vida, intelectuales, alquimistas, interpretadoras del mundo, tejedoras de redes, fortalecedoras de ecosistemas.

Somos ideales estando organizadas e intelectualizadas para llevar este caos de violencia y odio en el que los líderes actuales han llevado al mundo, hacia otro rumbo.

¿Acaso permitiremos que nos detengan pequeños detalles como las organizaciones patriarcales; llámense partidos políticos, religiones, usos y costumbres, tradiciones, roles y estereotipos?

¡No lo creo! Vayamos felices al encuentro de unas con otras, al ejercicio colectivo y estratégico del poder. Porque nosotras no queremos romper las leyes, queremos redactarlas y hacer las cumplir.

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