Roma, Italia

Una banda de ladrones que estaba cavando un túnel en Roma, para saquear un banco ubicado cerca del Vaticano, cometió un error de cálculo: uno de sus miembros quedó atrapado ayer cuando se derrumbó una parte del asfalto y tuvo que ser rescatado por los bomberos.
 
Los cuerpos de rescatisas tardaron 8 horas en llegar hasta el punto de la calle Innocenzo XI, cerca de la basílica de San Pedro, en Roma, 6 metros abajo, donde se encontraba el hombre a punto de morir.

El sospechoso fue operado en el hospital Gemelli y está acusado por daños y derrumbe negligente, mientras que otras 3 personas, entre las que figuran 2 napolitanos de 46 y 57 años, fueron detenidas ayer cerca del lugar del hecho en calidad de cómplices.
 
El túnel excavado empezaba en un comercio vacío que había sido alquilado recientemente.

El “hombre-topo”, como lo llaman los medios italianos, es un romano de 33 años que dijo llamarse Andrea Grassi.

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