Morelia, Michoacán
El dos veces presidente municipal de Zitácuaro, Antonio Ixtláhuac Orihuela, expriísta que llegó por segunda vez a administrar su municipio bajo las siglas tricolores, define su relación con el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla como cordial, respetuosa y de altura.
Tampoco tiene objeciones respecto de su convivencia con otros niveles de la 4T. “No me puedo quejar, nos ha ido a visitar el presidente de la República, nos ha ido a visitar su esposa, la doctora Beatriz, nos ha visitado muchas veces el gobernador, no me puedo quejar del apoyo, faltan, por supuesto, importantes cosas”.
Antonio Ixtláhuac, en entrevista con Adán García en Primera Plana Radio, destaca las cosas grandes que han ocurrido en Zitácuaro en los últimos meses. Recuerda que fue ahí la primera gran inversión que se mostró a Alfredo Ramírez Bedolla tras asumir la gubernatura.
Lo mismo, también en su tierra, fue la primera que se anunció en México con la empresa chilena Araujo, de más de 200 millones de dólares.
- ¿Cuál es tu relación con el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y con el presidente de la República, sobre todo por estos vaivenes de la política?
Yo siempre he dicho que hay que coincidir en lo fundamental y hay que discrepar en lo irrelevante, hoy como autoridades no nos resta más que poner toda nuestra voluntad, de lo contrario estamos haciendo sufrir a nuestros pueblos, a nuestros representados, de esas desavenencias que puedan existir entre las autoridades, por egos o por situaciones partidistas.
En el caso de Zitácuaro, “tratamos de que la política se sobreponga a la politiquería y a los temas de contaminación electoral”.
En octubre de 2019 Antonio Ixtláhuac renunció al PRI tras una larga trayectoria como militante, alcalde, diputado y dirigente de Movimiento Territorial. Entonces dijo que fue una decisión difícil, hoy recuerda que le sigue teniendo cariño a su expartido. Pero sus objetivos inmediatos están en el gobierno local.
“Los tiempos de la política cambian, los de la sociedad también. Hoy la política llega a un punto cismático en cuanto a redefinición de conceptos, se necesita hacer un replanteamiento general sobre los métodos más eficaces para tener mejores áreas de oportunidad desde el gobierno y cómo empatar mejor con la ciudadanía”, dice Antonio Ixtláhuac.
- Después de aquel incidente que sufrió tu hermano (atentado) te vimos ir a visitar la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México. ¿Eres un hombre de fe?
Yo creo mucho en Dios, soy un profundo creyente, no me doy golpes de pecho, tampoco, soy como cualquier ser humano con errores y defectos, también con virtudes, habrá que ver la ecuación final de la vida a ver qué es lo que indica, pero la verdad no doy paso sin persignarme, sin hacer oración, sin encomendarme, son tiempos complejos difíciles que nos acechan a todos y esto nos pone en un esquema de vulnerabilidad permanente.
Yo no tengo más que encomendarme a Dios, es la protección más importante que tengo, y evitar también que como autoridad nos gane la ira y el odio, porque es muy fácil perdernos en el cargo.
Antonio Ixtláhuac Orihuela dice tener cien soluciones para Zitácuaro que a la vez son cien compromisos. “Tenemos una agenda muy amplia en todos los sectores del ámbito público, no podemos menospreciar ningún tema de la agenda pública y política, esto es como el cuerpo humano, si no le hacemos caso a una parte de nuestro cuerpo, su funcionamiento no será el mismo”.