Emocionarte

“El divorcio no es una tragedia. Una tragedia en un matrimonio infeliz, enseñando a tus hijos las cosas equivocadas sobre el amor. Nadie murió de divorcio”.
Jennifer Weiner.

Existen muchos motivos por los cuales la gente se divorcia, tal vez, la relación se haya enfriado o quizá el amor mutuo que alguna vez ambos sintieron cambio o termino. Aunado a ello, la pareja comienza a pelear y no puede ponerse de acuerdo acerca de nada. Cada pareja tiene sus propios motivos para divorciarse. Más allá de cuáles sean las razones, hay algo que es indudable:

¡Los hijos e hijas no son los causantes del divorcio!

Sin embargo, muchos hijos/hijas de parejas divorciadas creen que ellos son los responsables de que sus padres se separen y de los primeros pensamientos que se presentan durante este proceso son: si se hubiesen portado mejor, sacado mejores calificaciones o ayudado más en las tareas de la casa, sus padres no se habrían divorciado, esto ocurre sobre todo en edades de la primera infancia, lo cual no es verdad.

¡El divorcio es algo que deciden las mamás y los papás!, aunque en un principio los menores no lo ven así.

El divorcio siempre produce un alto impacto emocional en los hijos. Atenuar este impacto para que sus consecuencias no acarreen un daño irreversible en su desarrollo psico-evolutivo es crucial para los niños.

¿Cómo hablarles a niños/niñas acerca del divorcio?

Los siguientes consejos pueden ayudar padres madres con el reto que tienen con los y las menores sobre estas conversaciones:

• No mantener en secreto o esperar hasta el último momento para dar la noticia del divorcio.
• Es necesario infórmeselo a su niño/niña junto con cónyuge.
• Es importante mantenga un discurso de manera simple y directa.
• Hágale saber que el divorcio no es culpa de él/ella.
• Admita que lo que sucede es desconcertante para todos los miembros de la familia, pero estarán bien.
• Asegúrele a su hijo/hija que los dos todavía lo quieren y que siempre serán sus padres.
• No discuta con el niño las faltas y problemas de cada uno de ustedes, ni lo haga participe de la guerra campal.

Los niños de padres divorciados pueden desarrollar, conductas regresivas como orinarse en la cama, succionar el pulgar, hablar como bebé o portarse mal, presentar miedo ante el derrumbe de la estructura familiar y a no ver más al progenitor que se va de la casa, además del miedo a que alguno de los padres dejen de quererlo y lo rechazasen, regularmente manifiestan enojo y lo sacan golpeando o rompiendo sus juguetes, emociones como la tristeza, depresión, baja autoestima son frecuentes con el divorcio y suelen sentirse responsables de la separación, además de preocupados por el posible futuro y usan la fantasía para negar lo que está sucediendo e imaginan que “sus padres se volverán a unir”.

¿Qué hacer entonces?

  1. Dale a tu hijo el regalo de no tener que escoger entre sus padres.
  2. Abstente de hablar mal de tu ex frente a tu hijo/hija.
  3. Evítale los detalles a tu hijo y no hagas de ellos/ellas el mensajero.
  4. Define los límites y las expectativas para tu familia.
  5. Mantén las líneas de comunicación abiertas para tus hijos/hijas.
  6. Conviértete en una mejor persona y crea seguridad familiar.
  7. Enséñales a ser resilientes.

Durante las últimas dos décadas, la cifra de divorcios en México se ha incrementado 182 por ciento, según el INEGI, durante 2020 se registraron 92,739 divorcios, de los cuales 92,524 se realizaron entre personas de diferente sexo y 215 fueron entre personas del mismo sexo, de estas parejas divorciadas un gran porcentaje a concebido o adoptado hijos/hijas en el matrimonio y las consecuencias al momento de la separación son para ellos.

En referencia a lo anterior, algunos teóricos han podido identificar que es ahí cuando el niño se parte en dos y con ello como ya se describió se pueden dar infinidad de situaciones; una de las mas comunes es la aparición del “Síndrome de Salomón”, del cual nos dice Loretta Cornejo en el Prólogo al libro de María y Barbero y María Bilbao (2008):

“El niño es partido en dos, no solamente porque puede haber una pelea entre los padres por su custodia, sino porque también las personas que rodean a este niño, ya sea la familia o los profesionales de ayuda [maestros, educadores, psicólogos, jueces, abogados] se encuentran en la disyuntiva muchas veces de tener que decidir qué es lo correcto… También porque este niño se encontrará a partir de la separación de los padres, en dos rutinas, dos casas, dos mundos y sus afectos y necesidades emocionales se verán muchas veces divididos, no tanto entre uno y el otro, sino que estarán condicionados por el momento y el tiempo en que está con un padre u otro”.

Asimismo, es importante que como adultos la pareja reconozca que, la familia es un sistema que se conforma de tres subsistemas: el de la pareja (padres), el filial (hijos) y el parental (representado por el cuidado de padres a hijos) y un divorcio únicamente tendría que disolver el subsistema de la pareja y lo ideal sería que los otros dos continuaran intactos.

Por ello, si se esta pasando por una situación similar, es necesario que cuando creas que las cosas salen de tus manos, busques ayuda y acompañamiento psicoterapéutico, el cual auxiliara a la familia para que el proceso sea lo mas sano posible para los miembros del sistema familiar.


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