Fotos: ACG

Morelia, Michoacán

Michoacán se encuentra en la antesala del tránsito de una Policía Estatal a una Guardia Civil, un proceso de reestructura de la corporación de seguridad pública que pretende mejorar los indicadores de combate contra el delito, prevención de la violencia y protección a la población.

Así lo refirió el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, en su intervención durante la inauguración del Primer Congreso Internacional de Mejores Prácticas en Seguridad Ciudadana, donde participan representantes de Perú, El Salvador, Estados Unidos y otros.

Destacó que el paso hacia una Guardia Civil no conllevará afectación a los grados y los salarios de los agentes que actualmente conforman la Policía Michoacán, y no habrá despidos de personal.

Esto, porque la migración implicará una reorganización de la corporación de seguridad pública local, para crear unidades especializadas en el combate contra la extorsión, inteligencia policial, investigación, cumplimiento de órdenes de aprehensión y búsqueda de personas desaparecidas.

Será al inicio de junio de este año cuando se arranque el proceso para transformar la Policía Michoacán en la Guardia Civil, recordó el mandatario estatal.

La meta es alinear los objetivos de la Guardia Civil estatal con la Guardia Nacional, para coordinar de manera eficiente los esfuerzos.

Ramírez Bedolla señaló que la creación de la Guardia Civil es parte de una estrategia de impulso a la mejora en seguridad ciudadana, que se acompaña por la puesta en marcha del Fideicomiso para el Fortalecimiento de la Paz (Fortapaz), desde el cual se dispersarán cerca de 800 millones de pesos entre policías municipales para capacitación, infraestructura y equipamiento.

Además, se han firmado convenios de colaboración con 3 estados fronterizos con Michoacán y se prevé extender este esquema a todas las entidades próximas, como Colima, Jalisco, Estado de México, Guerrero y Guanajuato, con los que colindan 45 municipios michoacanos.

Otro factor será la intervención en asentamientos de mayor marginación, los que, aseguró, no necesariamente se encuentran en las zonas rurales, sino que pueden estar en las inmediaciones de los centros de los núcleos urbanos, los que tendrán un acompañamiento social y económico puntual.

También se tendrán acciones en materia de salud mental y prevención y tratamiento de adicciones, debido a que el uso y abuso de drogas, sobre todo, sintéticas o de diseño, se relaciona con 8 de cada 10 ilícitos cometidos en la entidad.

Finalmente, se revisará la incorporación a la formalidad de la población económicamente activa, para buscar allegar los beneficios de la seguridad social a más hogares michoacanos y aumentar la base contribuyente.

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