Foto: ACG.

Morelia, Michoacán

Con una catedra en la que honró la fuerza, entrega y sabiduría del Siervo de la Nación; que dibujó en el horizonte la grandeza de Morelia y de Michoacán, el maestro Marco Antonio Aguilar Cortés agradeció la distinción de ser recipiendario de la Presea Generalísimo Morelos, el máximo galardón que otorga el ayuntamiento capitalino.

El aplauso del respetable rompió varias veces el silencio del vetusto edificio de Allende que concentró por primera vez, al menos en la última década, a la clase política más reconocida de Morelia; los “viejos” y los nuevos protagonistas: exalcaldes, exgobernador, magistrados, legisladores, líderes partidistas, gremiales y de cámaras empresariales, todos reunidos en torno al docente que ya cruzó la línea de los ochenta años de edad y que sigue ofreciendo su docencia a los universitarios de la facultad de Leyes.

Antes de que el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla convocara a generar consensos de unidad y de armonía por Morelia y por el estado, Aguilar Cortés ya había levantado la voz en un llamado que evocaba los ideales del Caudillo Insurgente; “hoy México y Michoacán necesitan a sus mejores hombres”, dijo.

La primera regla la rompió Marco Antonio al ignorar los 10 minutos que le ofrecieron de discurso. Sonrió por la travesura. El presidente del Supremo Tribunal de Justicia rememoró la historia de Morelos y ofreció su presea al hijo de don José Manuel Morelos, carpintero y de Juana María Guadalupe Pérez Pavón.

“Morelos nunca aceptó ser generalísimo de nadie; fue un siervo de la Nación. Fue una gente que, siendo legislador, sabía el valor de la ley y hacía respetar la ley”, contaba el también articulista de diversos medios de comunicación, como la revista Los Periodistas, la revista Siempre o el Excelsior, donde colaboró durante más de 31 años.

El recipiendario de la Generalísimo, entregada en el marco del 481 aniversario de fundación de Morelia, reconoció que el Michoacán de ahora nada tiene qué ver con el de antes, cuando era un Michoacán tranquilo, y bajo ese contexto de problemas que se enfrentan hoy, incluso a nivel nacional, como es el de la violencia de género, pidió al final, parafraseando al poeta Hermann Karl Hesse, “destruyamos el mundo para crear un nuevo y mejor mundo”.

En su bienvenida, el alcalde Alfonso Martínez informó que la Presea Generalísimo Morelos se entrega desde hace 80 años a personas o instituciones que trascienden por sus virtudes y que ha sido recibida por 95 personas y 18 instituciones.

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