Morelia, Michoacán
No, no habrá un nuevo volcán o una erupción de alguno de los volcanes que rodean a Morelia, afirmaron especialistas del Instituto de Investigación de Ciencias de la Tierra ‘Víctor Hugo Garduño Monroy’, adscrito a la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).
Isabel Israde Alcántara y Gabriela Gómez Vasconcelos destacaron que las emanaciones de vapor detectadas recientemente en la zona norte de Morelia, en particular, en el área norte de la colonia Las Flores, corresponden a la combustión espontánea en suelos ricos en materia orgánica cubierta por elementos porosos, lo que libera oxígeno y calor.
“Nada qué ver con un volcán en erupción. Lo que tenemos es un suelo sepultado con un gran contenido de materia orgánica que liberan oxígeno, se quema y genera calor interno, que sale a temperaturas que oscilan de 400 a 500 grados centígrados”, expuso Israde Alcántara.
El fenómeno se incentiva por las altas temperaturas ambientales y la ausencia de humedad, y se ha observado con anterioridad en zonas que fueron ocupadas por sembradíos y luego cubiertas con materiales porosos, como la arena, así como en antiguos lagos o lagos en regresión, como la laguna de Zacapu, el lago de Cuitzeo y el antiguo tiradero de Morelia.
Gabriela Gómez indicó que existe la zona denominada campo volcánico Michoacán y Guanajuato, donde se tienen cerca de 2 mil conos volcánicos, como los que se encuentran alrededor de Morelia, Las Tetillas, El Águila o Atécuaro, los que se consideran monogenéticos o de una sola erupción.
Aseveró que no se han identificado señales precursoras de eventos volcánicos, como sismos y emisiones de cenizas, además que la temperatura detectada en la zona, las faldas del volcán Quinceo, es mucho menor a la que se vería en un evento volcánico, al menos 800 grados centígrados.
Actualmente, no se tiene este fenómeno en otras regiones del municipio, a pesar de las afectaciones recientes por incendios.
Si bien Morelia no está en riesgo inminente de un evento volcánico, el fenómeno de combustión espontánea representa un riesgo para la población.
“Hay que evitar acercarse a la zona, porque puede haber pequeñas deformaciones de la corteza y las temperaturas son elevadas, por lo que hay riesgo para la realización de actividades humanas, como la construcción, así como por la cercanía con los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex)”, expuso Isabel Israde.