Morelia, Michoacán
Para Rodrigo González Martínez, Fiscal Antisecuestros en Michoacán, el delito del secuestro sigue siendo uno de los retos mundiales más importantes por la velocidad con que evolucionan estos criminales.
“Desafortunadamente, el delito de secuestro va de la mano con la globalización”, advierte quien ha encabezado durante la última década la estrategia del combate al secuestro en esta entidad, la primera a nivel nacional que creó una Unidad Especializada para atacar este delito.
“Antes teníamos secuestros con llamadas de teléfonos de casa, cambiamos a la tecnología de los teléfonos móviles y hoy ya se están utilizando otros mecanismos sobre cómo realizar sus exigencias. Pero también debo decirles que estamos preparados para eso (…) También nosotros vamos de la mano de la globalización”, sostiene en entrevista con Primera Plana Mx.
¿Cómo está rankeado Michoacán en el mapa nacional, respecto al delito de secuestro?
Déjame decirte que, en comparación a cuando no había una estrategia específica para atender este delito, había alrededor de 300 secuestros anuales en Michoacán. Era un Michoacán sin una Unidad Especializada en el Combate el Secuestro, sin personal capacitado, sin herramientas necesarias para hacer frente a este delito, que es el que más lastima, el que más lacera y el que más especialización debe de tener.
Hoy vamos avanzando. No quiere decir que tengamos ya que festejar algo; sin embargo, la instrucción del fiscal Adrián López Solís es tener una incidencia de cero secuestros, y no solo eso, sino que todas las detenciones terminen con una sentencia condenatoria.
Michoacán apareció en marzo como primero a nivel nacional en sentencias resueltas, ¿cómo leer esto?, porque podía interpretarse como que somos el estado donde más secuestros hay.
Debo comentar que la mayoría de estas sentencias son de casos que venimos arrastrando de hace tres o cuatro años. En el 2013 teníamos una incidencia de prácticamente 300 secuestros anuales; hoy Michoacán es un referente en modelo de investigación de este delito. Fue el primer estado que creó una Unidad Antisecuestros y eso se refleja en la confianza que nos dan la Coordinación Nacional Antisecuestros, el Centro Nacional de Inteligencia y la propia Secretaría de la Defensa Nacional. Y no solo organismos nacionales, también tenemos la confianza de instancias internacionales como el FBI, organismos de Colombia y de Francia con los que compartimos mecanismos de coordinación y con quienes nos estamos capacitando día a día.
¿Cómo incide en este tema la cifra negra?, ¿sí se denuncia el secuestro?
Siempre que le he pedido a cualquier persona que habla de la cifra negra, nombres y apellidos, no la hay. Cualquiera puede decir que la cifra negra es del 30 por ciento, 40 por ciento; entonces nosotros, preocupados por conocer esa cifra negra y acercar a las personas que estén siendo afectadas, pedimos que se acerquen. No le tememos a que eso dispare las cifras porque sabemos que existe la capacidad para atender el problema y lograr el rescate de una persona y lograr la detención.
¿Cuáles son las sentencias más ejemplares que les ha tocado conocer en los casos de secuestro?
Tenemos sentencias de más de 100 años de prisión, pero debo decirte que todo el proceso de investigación, de rescate, de detención, ha llevado también a que tengamos sentencias en procedimientos abreviados, es decir, que la defensa (de los delincuentes) se está dando cuenta que, a través de todos los actos de prueba que se tienen, va a ser imposible que lleven a cabo una (sentencia) absolutoria.
Y es que la mayor parte de los actos que se llevan a cabo en una carpeta de investigación por el delito de secuestro, son tecnológicos: registro de voces, registro de llamadas y de ADN (…) Somos pioneros en el manejo de la voz, somos pioneros en técnicas de datos conservados. Son mecanismos con los que estamos enfrentando estos juicios, por eso prefieren irse a un procedimiento abreviado para culminar estos asuntos.
¿En estos nueve años han cambiado las modalidades de secuestro?
Sí, claro, nos venimos enfrentando cada día con diversas modalidades. Desafortunadamente, el delito de secuestro va de la mano con la globalización. Antes teníamos secuestros con llamadas de teléfonos de casa; cambiamos a la tecnología de los teléfonos móviles y hoy ya se están utilizando otros mecanismos sobre cómo realizar sus exigencias. Pero también debo decirles que estamos preparados para eso, también nosotros vamos de la mano de la globalización; tenemos muchos aliados y la ley nos permite generar acciones no solo a nivel nacional, sino también internacional, para atender un delito de manera inmediata.
¿Qué le recomiendan a una persona que recibe una llamada y en ese momento dicen que se tiene que ir a determinado lugar y que lo están vigilando?
Lo primero que tienen que hacer, y sé que es difícil porque pueden decir “bueno, a lo mejor no lo has vivido”, y claro que también lo he vivido…
¿Sí te han querido extorsionar?
Sí, claro, y obviamente de inicio sé que es complicado, pero tiene que hacer uno uso de lo que ya conoce. Tiene uno que mantener la calma, tenemos que escuchar qué es lo que quiere, colgar y enseguida tratar de comunicarnos con el familiar que supuestamente está privado de la libertad. Si no se puede, mantener la calma y de inmediato comunicarse al 911 para que sea canalizado o acudir de manera inmediata a cualquier oficina de la Fiscalía del Estado. Todas están listas para atender este tipo de denuncias y canalizarlas de manera inmediata.
La extorsión telefónica es lo que más tenemos hoy en Michoacán, pero no solo es en Michoacán y en México, es en diferentes países. España tiene secuestro virtual, Colombia tiene secuestro carcelario, porque el mayor número de llamadas son generadas desde los centros de reinserción social; afortunadamente en Michoacán hemos estado tranquilos en ese tema.
Y es que cuando recibes una llamada de una lada distinta a tu lugar de residencia, ya no se sabe si es del banco o de los extorsionadores, ¿qué se hace ahí?
Lo más recomendable es no contestar números que no tengamos registrados. Si no contestamos números que no tengamos registrados, nunca vamos a ser sujetos a un posible secuestro virtual. Podemos dar muchos tips, pero el mejor es no contestar números que no tengamos registrados. Si es un familiar y ya cambió el número, bueno, nos tendrá que mandar un mensaje donde nos diga que ese es su nuevo número.
Otra ventana al secuestro seguramente son las redes sociales…
Sí, claro, el uso adecuado o responsable de las redes sociales (es importante). Hoy tenemos a quien comparte todo lo que está haciendo en el momento, en dónde está, qué compró, y las personas que están al interior de los centros de reinserción tienen todo el día para abastecerse de información. Por eso no hay que permitir que personas de la tercera edad o niños contesten los teléfonos, y si nuestros hijos deben tener un teléfono celular, hay que explicarles lo que tienen que hacer, cómo tienen que comportarse ante este tipo de llamadas.