Fotos: ACG

Morelia, Michoacán

Tras 10 años privado de su libertad, Raúl Cardona continúa a la espera de ser absuelto o de ser condenado por un secuestro que presuntamente no cometió. Al cobijo de la fe, ha representado a Jesucristo durante siete años seguidos en la representación de la Pasión de Cristo en el Centro Penitenciario para Delitos de Alto Impacto de Morelia.

Con la participación de 80 Personas Privadas de la Libertad (PPL) se llevó a cabo la representación del viacrucis, los reos encarnaron los últimos momentos de la vida de Jesús, ícono del catolicismo y espiritualidad mexicana.

Después de tres años sin poder asistir presencialmente a la actividad, familiares y amigos acudieron a la cita, celebrada este Viernes Santo en las palapas del centro penitenciario.

Los filtros de entrada son estrictos. Los guardias verifican nombres, objetos y los asisten, antes deben anotarse en lista tras lista, es la odisea para ingresar al centro penitenciario.

Para Raúl, que lleva siete años representando a Jesús, el hecho de hacerlo, es un acto de espiritualidad y pese a las críticas que recibe, lo hace gustoso.

“La representación de Cristo es algo espiritual, es algo personal. Es algo evocativo porque en la cruz llevo a mis compañeros, pido por ellos, por su libertad, por sus familias y sus enfermedades y al recibir los latigazos y llenarme de sangre, me llena de que todo lo cometido se lava a través de eso”, destacó Raúl en entrevista previa a la representación.

Con la edición del 2022, es el séptimo viacrucis realizado en el penal de alto impacto en el que están recluidos mil 164 hombres y 95 mujeres. El ensayo comenzó hace tres meses y los actores se prepararon para memorizar las líneas de sus personajes.

Durante la representación, a lo lejos y custodiado por cinco guaruras, el director del Centro de Alto Impacto, Siddharta Reyna García veía con asombro la representación y señalaba constantemente:

“Después de tanto latigazo sí debe estar cabrón”.

Tengo 10 años preso, por presunto secuestro y no han comprobado ni sentenciado: historia de Raúl

Raúl Cardona lleva 10 años preso en el centro de reinserción, se le acusa de secuestro, pero no le han comprobado nada.

“Hace dos años que el proceso está detenido, mi abogado me dice que tengo oportunidad de salir libre por un delito que yo no cometí, pero desde que ingresé no he perdido la fe, mientras siga vivo, hay esperanza”, narró ante las cámaras de los diferentes medios de comunicación que acudieron a la cobertura del viacrucis.

Raúl, previo a ser acusado y encarcelado se desempeñaba como técnico radiólogo en el Hospital Civil de Morelia y tiene miras de estudiar una licenciatura desde adentro.

Cuando fue acusado, fue víctima de tortura lo cual le llevó a padecer lumbalgia y rinitis crónica, con vísperas de ser operado de la nariz en próximas fechas.

“Ya identifiqué a los ministeriales que me torturaron, no declaré nada, solamente me hicieron firmar unos papeles y después fuimos presentados ante la prensa como secuestradores”, añadió.

Raúl no pierde la esperanza de salir absuelto, mientras tanto asegura que seguirá representando a Jesucristo en el viacrucis, acción que levanta su fe y positividad para seguir cada día purgando una condena de un secuestro, que asegura no haber cometido.

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