Libre Expresión

“Todo poder excesivo dura poco”, Séneca (4 a.C. – 65 d.C.), filósofo, político y escritor romano.

La Reforma Eléctrica se ha mantenido como uno de los temas centrales de la Semana Santa, se trata de otra disputa en el terreno que le gusta al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el de la polarización.

Más allá de impulsar un diálogo para alcanzar acuerdos y pensar en lo mejor para el país, el asunto está entrampado en el simplismo de “están conmigo o contra mí”.

Aprovechando la apatía de la enorme mayoría de los mexicanos que no revisa a conciencia y en muchos casos tampoco entiende iniciativas de esta naturaleza, el inquilino de Palacio Nacional ha elaborado un nuevo atole discursivo con el que ya le ganó a la oposición.

Así que se apruebe o no la iniciativa de Reforma Eléctrica el próximo domingo, López Obrador saldrá victorioso. Y es que, si los grupos parlamentarios del PAN, PRI y PRD logran impedir su aprobación, la feligresía y algunos más, los identificarán como los traidores de la patria.

López Obrador ha logrado ser para muchos ciudadanos, ese caudillo al que le creen a ciegas así mienta descaradamente o viole las leyes con total cinismo.

Peor aún, está claro que al mexicano promedio no le gusta estar informado, prefiere pensar que está informado y se conforma con creerle a una sola persona, aunque con lo que diga y haga le perjudique. 

Por lo pronto y al más viejo estilo del PRI, la bancada legislativa de Morena y aliados, lograron cambiar la fecha para votar la reforma Eléctrica. Inicialmente se programó para el pasado martes 12 de abril, pero ante la derrota anunciada, cambiaron de último momento la sesión para el domingo de resurrección.

El inquilino de Palacio Nacional y sus diputados han implementado las mismas estrategias que los priistas de la conocida “dictadura blanda”. En lugar de convencer con argumentos y lograr acuerdos, optaron por recurrir a viejas y sucias prácticas, como citar a sesión en Semana Santa y cambiarla de último momento.

A los diputados de oposición, no les queda más que aguantar la embestida con todas las argucias que implementa el poder, por la buena y por la mala. No será sencillo, muchos traen cola que les pisen y podrían doblegarlos.

Y los que se mantengan firmes, primero deberán asegurarse de ingresar a San Lázaro ante un posible acarreo de simpatizantes de Morena para impedirles el paso.

El domingo, sin duda, será un día crucial. Lo ideal es que se impida la Reforma Eléctrica en aras de dar paso a una nueva oportunidad de trabajo y diálogo en búsqueda de acuerdos entre el poder y la oposición, que beneficien a México, por más difícil que parezca.

Por lo pronto, la moneda está en el aire.

Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.

cmongem@hotmail.com

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