Foto: ACG

Morelia, Michoacán

En análisis se encuentra la sugerencia emitida por la Auditoría Superior de Michoacán (ASM), respecto de la demolición del cabezal del eje 9, del paso elevado sobre el cruce de la avenida Siervo de la Nación y las vías del ferrocarril.

El secretario de Obras Públicas, Juan Fernando Sosa Tapia, señaló que la expectativa es no recurrir a la demolición de esta estructura, sino a alternativas que permitan seguir los trabajos de construcción de manera segura.

Para ello y dentro del proceso de reanudación de la obra, la dependencia entregó al Fideicomiso de Inversiones en Proyectos Estratégicos (Fipe) un dictamen sobre el estado en que se encuentra el paso elevado y las propuestas de resolución a las fallas estructurales que éste presenta, el cual se suma a los generados por la Contraloría Municipal y la ASM.

Así, la pretensión es que en alrededor de 2 semanas el municipio esté en condiciones de reanudar la edificación de la obra, que registra al momento un rezago de un año en la fecha estimada inicialmente para su conclusión, en los primeros meses de 2021.

Juan Fernando Sosa reconoció que la Secretaría de Urbanismo y Obra Pública del Ayuntamiento de Morelia no cuenta con la capacidad de llevar a cabo las pruebas necesarias para valorar la viabilidad de las soluciones propuestas, para buscar asegurar la integridad de las estructuras actualmente en pie, por lo que deberá recurrir a la gestión de los recursos.

Asimismo, tendrá que aguardar la liberación de espacios por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ya que existen cables de alta tensión cercanos al paso elevado que deben ser retirados por personal especializado de la paraestatal.

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Con una inversión de 6.5 millones de dólares, aportados por la empresa concesionaria del ferrocarril, Kansas City Southern de México (KCSM), en diciembre de 2020 iniciaron los trabajos de construcción del paso elevado sobre el cruce de la avenida Siervo de la Nación y las vías férreas, con el objetivo de mitigar los problemas de movilidad que a la circulación local produce el tren.

El proyecto, que debía ser una de las obras emblema de la administración municipal 2018 a 2021, se enfrentó al rechazo de vecinos y comerciantes del área -que llegaron a bloquear las vías del ferrocarril en protesta-, así como a infraestructura no registrada, desabasto de insumos por la pandemia de covid y el vencimiento tanto de contratos como de convenios requeridos para el ejercicio de recursos privados en infraestructura pública.

La actual gestión local llevó a cabo una revisión de la situación del proyecto, previo a su reanudación, que arrojó la detección por la ASM de irregularidades que van desde pagos excesivos y una contratación con anomalías de la empresa constructora, Obras y Agregados Cashe, hasta mala calidad de los materiales, por lo que sugirió la demolición del cabezal del eje 9, entre otras acciones de mitigación de posibles riesgos.

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