Morelia, Michoacán
Las palmas se elevaron una vez más en la Catedral de Morelia para manifestar la fe y la devoción, en la celebración eucarística con motivo del Domingo de Ramos, que da inicio a la Semana Santa.
Luego de 2 años de restricciones por la pandemia de coronavirus o covid, los feligreses católicos se congregaron nuevamente en la Catedral para profesar su esperanza en la conmemoración de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, previo a su pasión y muerte, con la bendición de las palmas.
Decenas de personas se distribuyeron en los espacios del recinto, con sus palmas en las manos y sin dejar de lado las medidas de prevención de contagios, como el uso de cubrebocas y gel antibacterial, así como la sana distancia.

Y desde el altar se dejó escuchar la voz del oficiante, que llamó a la preparación de los fieles para acompañar a Jesús esta Semana Santa.
Pero también pidió la confesión y la comunión, que, aseveró, han sido dejadas de lado y esto ha contribuido al clima de violencia y de inseguridad que enfrenta el estado.
Afirmó que se requiere que los devotos acudan a confesarse, para ejercer el sacramento que exculpa los pecados, y luego participen de la comunión, para restaurar el vínculo con la divinidad.

Y mientras los asistentes a la celebración eucarística siguen con atención su desarrollo, en el exterior de la Catedral la gente se afana en asuntos más inmediatos: la elaboración de las palmas que habrán de ser bendecidas este día.
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