Morelia, Michoacán
A dos años de la desaparición de Patricia Paniagua, su familia todavía no tiene indicios de su paradero; sin embargo, culpan a su expareja de su desaparición, ya que aseguran que ella denunció violencia en su contra y en una ocasión incluso la enterró viva.
Ante la audiencia de alegatos de apelación, en donde se resolvería si se mantiene la absolución otorgada al presunto responsable o por el contrario, como piden las víctimas indirectas y la Fiscalía, se le imputa nuevamente, acudieron a manifestarse una vez más a las afueras del Poder Judicial del estado, pidiendo que no se deje libre a José V., quien fuera agresor de Patricia y a quien señalan de haber amenazado a la hermana y madre de la víctima. Culpan a las instituciones de que no se tengan resultados del caso.
Yesica Paniagua hermana Patricia Paniagua, explicó que actualmente José V. se encuentra libre, ya que en enero de este año, la jueza Ana Lilia García Cardona determinó que la investigación de la Fiscalía General del Estado había sido deficiente y no se contaba con suficientes pruebas para acreditar su responsabilidad.
Patricia es madre de tres niños, enfatizó su hermana, que ahora se encuentran escondidos con la madre de ambas en un refugio, por temor a las medidas que pueda tomar en su contra su padre, ya que aseguran que las ha amenazado y que temen por su integridad y la de los niños.
“En diversas ocasiones Paty denunció ante las autoridades las situaciones de violencia física y psicológica que sufría por parte de su expareja y padre de sus hijos y sin embargo se encontró con el muro de la apatía y la ignorancia”, relató Yesica.
Patricia desapareció desde el 31 de mayo del 2020 en Santa Ana Maya, lo último que supieron de ella es que había salido de trabajar y quien la vio por última vez fue José. Su hermana asegura que hay evidencias que prueban que él tuvo algo que ver, ya que precisamente fue a causa de sus comportamientos violentos y su afición a las drogas y el alcohol lo que motivaron su separación, pero además se geolocalizaron los celulares de ambos en el mismo lugar el día de la desaparición y aseguran que él mismo les ha dicho por mensajes que Patricia está muerta y les ha enviado fotografías.
“El proceso estuvo plagado de inconsistencias, pero no sólo eso, estuvo lleno de hecho que nos revictimizaron desde la ministerio publico diciéndome que si acaso yo estaba a favor del agresor para justificar el pésimo trabajo que hizo preparándome para la prueba testimonial, hasta los agentes de investigación pidiéndome dinero para hacer su trabajo”, denunció.
Para Yesica Paniagua, todas las instituciones involucradas han resultado ser ineficaces, desde los tres Poderes, que no garantizan el acceso a la justicia ni le reconocen su calidad de víctima indirecta, hasta las instancias que deben velar por los derechos de las víctimas: la Fiscalía de Personas Desaparecidas y la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas.
“Marché exigiendo justicia el 8 de marzo y lo que recibí fue gas lacrimógeno por parte del Estado, pido justicia pronta y expedita pero las leyes están mal hechas y a las víctimas nos dejan en un segundo plano. Poder ejecutivo, judicial y legislativo todos son lo mismo, todos son cómplices de este Estado feminicida y parte de un problema estructural que nomas no pueden resolver”.