Morelia, Michoacán
El calendario marca hoy el día 730 en que Michoacán dio cuenta del primer contagio de covid en su territorio.
Como el resto del mundo, Michoacán lleva, en cifras llanas, dos años conviviendo y sobreviviendo al virus que puso a prueba a la humanidad. El SARS-CoV2 derivó en la enfermedad Covid-19, convertida en pandemia por su alto nivel de transmisión.
Al corte de la primera quincena de marzo del 2022, la Secretaría de Salud de Michoacán (SSM) reporta 171 mil 688 casos confirmados y ocho mil 523 personas fallecidas a causa del virus. La tasa de letalidad es de 4.9 por ciento; es decir, cinco de cada 100 personas contagiadas pierden la vida.
En lo que dura la tierra en dar dos vueltas a su órbita, la infección generó caos mundial. En su momento, la avalancha de información, una certera y otra imprecisa, detonó el pánico entre la población estatal. “no salgas”, “enciérrate”, “usa bozal (cubrebocas)”, que ya estornudó el de al lado y todos huyen.
Los abrazos y besos desaparecieron en 2020 del saludo cotidiano entre michoacanos, incluso al interior de las mismas familias. La medida sanitaria fue ordenada por la autoridad estatal.
No había aún un esquema de vacunación para inmunizar a la población. El sector salud -IMSS, ISSSTE, SSM, Semar, Sedena- y hospitales privados reconvirtieron cientos de camas para atender a los pacientes graves con comorbilidades, las enfermedades orgánicas que cargan algunos miles de personas que radican en Michoacán.
El covid ha enfermado a 22 mil 178 personas con hipertensión y quitado la vida a tres mil 780 en dos años, en Michoacán. Le sigue la obesidad con 19 mil personas contagiadas y 500 defunciones y la diabetes mellitus con 16 mil casos y dos mil 500 defunciones.
La cefalea, tos y fiebre son los síntomas más frecuentes entre quienes han cargado el virus en su organismo, sin descartar escalofríos, rinorrea, y disnea parecida a la ansiedad, así como diarreas, irritabilidad y vómitos, los indicios menos frecuentes.
Quienes no murieron gracias a tener un sistema inmune fuerte o a contar ya con esquemas completos de vacunación, un porcentaje no documentado aún, arrastra secuelas en órganos vitales, imposibilidad de descanso pleno al presentarse insomnio; mientras que otras más tuvieron el contagio como una simple gripe.
A 730 días del primer caso confirmado en Michoacán, las autoridades federales la han situado hoy día en semáforo verde, como el resto del país, por bajo índice de contagios. Las autoridades estatales han restablecido la movilidad humana gradualmente; decisión bienvenida, porque la economía y la salud mental no aguantaban más.
Durante el primer año pandémico se reportaban 55 mil 786 casos confirmados y cuatro mil 810 defunciones, fue la oleada que acabó con la vida de miles de personas mayores de 60 años con diabetes, hipertensión y obesidad.
En las primeras olas de contagio, las filas de personas para rellenar un tanque de oxígeno eran largas, la cara de preocupación inundaba a quienes esperaban un poco de aire artificial para que su familiar recuperara el aliento en los ataques nocturnos provocados por el virus.
Todo virtual: tomar clases, asistir a conferencias, inclusive conciertos. La sociedad vivía pegada a una pantalla azul, modificando patrones de vida; obligando a mirarse al espejo y a convivir tiempo completo con quien duermen al lado.
Los profesionales de la salud son los héroes del cuento, a quienes la vida no alcanza para reconocerles su valor. El pasado 8 de marzo en el marco del Día Internacional de la Mujer, el Congreso del Estado entregó la condecoración “La Mujer Michoacana” a las 53 mujeres que forman parte del área de atención a covid en el Hospital Civil “Doctor Miguel Silva” de Morelia, un merecido reconocimiento.
Al cierre del 2021, uno de los años más caóticos que se habían visto en la historia reciente, en Michoacán se reportaban 400 mil casos estudiados, 120 mil confirmados, ocho mil 48 defunciones y una tasa de letalidad del 6.6 por ciento, debajo de la media nacional que era del 7.5%, hoy la tasa de letalidad es del 4.9 por ciento.
Tras resistir a las dos variantes que mutaron, Delta y Omicrón, contagiarse hasta en tres ocasiones durante dos años y mostrar esa adaptación que ha permitido a la humanidad subsistir como especie, hoy la sociedad empieza a retomar su curso, conviviendo y sobreviviendo al covid.
