París, Francia
El sur de Francia ha comenzado a ser víctima de una espesa capa de polvo del Sahara, impulsada por la borrasca Celia, que ya afecta desde ayer a la península ibérica y las islas Baleares, donde está causando graves trastornos, sobre todo, en el área de las comunicaciones.
La nieve de los Pirineos se tintó ayer de un color marrón a causa de la nube de polvo, que cubrió ciudades como Lyon, Mâcon (este) o La Rochelle (oeste).
El organismo AtmoOccitaine,que vigila la calidad del aire en las regiones más al sur de Francia, tiene activada para este miércoles una alerta nivel 5 (muy perjudicial) en la región Altos-Pirineos, y el nivel 3 (degradado) en las de Ariège y Pirineos Orientales, todas fronterizas con España.
“El cielo permanecerá hoy (miércoles) cubierto en muchos lugares debido a la concentración de polvo del desierto en la atmósfera”, informó la agencia de meteorología francesa MétéoFrance.
Además, advirtió de que las temperaturas “podrían ser un poco más bajas de lo esperado” a causa de la ausencia de sol.
MétéoFrance espera que las consecuencias derivadas de la borrasca Celia se extiendan, al menos, hasta mañana jueves “con sedimentos secos o húmedos a esperar por todas las zonas” de Francia.
En su avance hacia el norte, la nube de polvo podría alcanzar Holanda e incluso el noroeste de Alemania.