Foto: ACG

Morelia, Michoacán

A través de reformas constitucionales y de sentencias, se ha permitido el acceso paritario a los cargos de elección, el gran desafío es garantizar que las mujeres puedan ejercer sus derechos político-electorales en condiciones de participación igualitaria y sin ningún tipo de violencia, afirmó la consejera del Instituto Electoral de Michoacán (IEM), Araceli Gutiérrez Cortés.

Al participar en el conversatorio ‘El Papel Multidimensional de la Mujer en la Actualidad’, celebrado en el marco del Día Internacional de la Mujer, organizado por el Tribunal Electoral del Estado de Michoacán (TEEM) sostuvo que el status actual de las mujeres ha tenido un costo muy alto, en ese sentido la consejera enfatizó que aún no se consolida.

La consejera destacó que “el papel multidimensional implica que las mujeres dedican más horas que los hombres al hogar y a los hijos y por ende tienen menos tiempo para estudiar, para trabajar o para hacer política; implica que, si están en política, deben soportar prácticas misóginas y violentas; que cuando llegan a un cargo, tienen que imponerse con fuerza para ejercer el poder y para que no las invisibilicen; que necesitamos políticas de estado con perspectiva de género para que las mujeres puedan acceder a guarderías gratuitas y seguras, a servicios de salud de calidad, a becas académicas, a trabajos bien pagados, a una justicia donde no se le revictimice; y en general, a una vida libre de violencia”.

“Los derechos de las mujeres pueden estar en la legislación, pero todavía no están en nuestra cultura, ahora tenemos que llevarlos ahí para normalizarlos y garantizar que se cumplan. El papel multidimensional de las mujeres en la actualidad implica una lucha contra la discriminación, la desigualdad y la violencia”, enfatizó la consejera electoral.

Asimismo, rememoró algunas acciones y movimientos históricos que se han realizado durante siglos por mujeres, y que han sido pieza fundamental para romper estereotipos de género y estructuras mentales arraigadas donde la normalidad radicaba en invisibilizar los derechos de las mujeres, menoscabando su capacidad.

Deja un comentario