Política y Politiquería
La ola de violencia que azota a gran parte del país, nos deja indefensos ante un presidente que se niega a priotizar el tema de seguridad en su gobierno y prefiere lanzar a todo el aparato de gobierno encontra de un periodista.
Mientras que para los periodistas y medios hay balazos, para los delincuentes y grupos del crimen organizado hay abrazos.
Esta semena tristemente tres estados de la República fueron escenarios de violencia, en Zacatecas fueron secuestrados y asesinados cuatro jóvenes universitarios, mientras que en la madrugada de este jueves Caborca Sonora, vivió una de las noches más violentas, luego de que 20 camionetas tomaran la ciudad durante seis horas, hubo asesinatos y secuestros.
En Michoacán volvimos a ser nota internacional, bastó una llamada de extorsión a inspectores para que Estados Unidos suspendiera en seco la exportación de aguacates. Al momento, más de 25.000 toneladas en inventarios están en riesgo de perderse si continúa la suspensión comercial.
Así que mientras el presidente se centra en la defensa mediática de su hijo, y lanza el aparato gubernamental en contra de un periodista, el país se cae a pedazos.
México necesita de un presidente que se ponga al frente de las negociaciones con Estados Unidos, que atienda el tema de seguridad en Zacatecas, en Sonora y en el resto de los estados.
A menos de tres años de terminar su sexenio, el presidente ya perdió el discurso, y el efecto del impacto político de la “Casa Gris de Hosuton” lo hemos comenzado a observar, pero sus consecuencias pueden ir más allá y ocasionar un inesperado oleaje de tormenta en la elección por las seis gubernaturas.
¿Resistirá la marca Morena, la embestida mediática-política que puso en tela de duda su discurso anticorrupción?
¿Resistirá México el abandono de un presidente que prometió ser diferente?
Al Tiempo.
