Morelia, Michoacán

Desde la época en que se perseguía a líderes del narcotráfico con sus rostros exhibidos en anuncios espectaculares, las autoridades ya no habían echado mano del recurso del pago de recompensas para detener a criminales en Michoacán.

En aquellos años, entre 2011 y 2014, en carreteras o en los accesos a las ciudades, se veían fotografías de Servando Gómez, alias “La Tuta”, o de Nazario Moreno, alias “El Chayo”, entre otros, con recompensas millonarias ofrecidas por la entonces Procuraduría General de la República, hoy FGR.

El primero de ellos fue detenido en 2015 y actualmente paga su condena en el penal del Altiplano, Estado de México, por delitos de delincuencia organizada. “El Chayo”, mientras tanto, fue abatido por militares cuando huía en una zona serrana de la Tierra Caliente, en 2014.

No pocas veces los anuncios eran destruidos por las mismas bandas criminales, como parte de la batalla que el gobierno mexicano libró en ese lustro contra Los Caballeros Templarios, antes Familia Michoacana.

Han pasado varios años y hoy la estrategia del pago de recompensas vuelve a ser recurso para la búsqueda de presuntos criminales ligados a ejecuciones, masacres y secuestros en esta entidad.

Mediante carteles difundidos públicamente, la Fiscalía General del Estado (FGE) ofrece 100 mil pesos a quien proporcione información que ayude a ubicar a objetivos delincuenciales, entre ellos los responsables del ataque en las afueras del bar Cantina 25, en Morelia, que dejó como saldo seis muertos en octubre pasado.

También están en esa lista los autores de la masacre en Tarecuato, municipio de Tangamandapio, donde 11 pobladores que andaban recolectando panales para los altares de muertos fueron retenidos y ejecutados el 1° de noviembre.

“Cuando se trata de alguien que tiene una orden de aprehensión, que lo tenemos individualizado en sus características físicas y datos de identidad, la ley nos permite ofrecer recompensa para lograr su captura y hacer esa difusión de la imagen y su nombre”, explicó el fiscal estatal, Adrián López Solís.

De acuerdo con López Solís, el Código de Procedimientos Penales permite a las autoridades aprovechar ese recurso, mediante el cual incluso puede difundirse la identidad del objetivo a detener.

“Esto nos lleva a contar con el apoyo de la sociedad, para que quienes tienen información sobre su localización nos hagan llegar datos y nosotros poder orientar el trabajo de búsqueda para la aprehensión”, agregó.

Hasta ahora, al menos dos objetivos delincuenciales incluidos en la estrategia de recompensas han sido ya detenidos en Michoacán.

Uno de ellos es Patric L., implicado en el secuestro y asesinato de Fernanda, una joven de 17 años de edad, quien fue secuestrada y después encontrada sin vida, con signos de abuso sexual y estrangulada, en un paraje boscoso de la zona sur de Morelia, en noviembre pasado.

Foto: Crónica

Su ficha de búsqueda permitió difundir su rostro y señas particulares a nivel internacional, con el alcance y velocidad que tienen las redes sociales.

Así se pudo conocer que su nombre completo es Patric León González, de 19 años de edad y 1.80 metros de estatura, robusto y de ojos mediados en color claro, con tatuajes en ambas manos, uno de ellos en forma de guitarra.

La captura se realizó el 26 de enero durante un operativo interestatal, tras ser ubicado en el estado de Jalisco; menos de tres meses después de ofrecida la recompensa.


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