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Morelia, Michoacán

Mientras a nivel nacional se difundió que la disputa que grupos criminales libran por el control de territorios en Michoacán, amargó la vida a los productores de limón y provocó un alza histórica en el precio del cítrico a nivel nacional, productores michoacanos reviran: “nuestra cruz es otra, es el clima, la pandemia y el abandono del gobierno; derecho de piso (extorsiones) pagamos desde hace 20 años”.

Una publicación de hoy en el periódico Reforma, atribuye a las extorsiones de los cárteles contra productores, que el precio del limón haya escalado hasta a 90 y 120 pesos el kilo en algunas zonas del país.

“Ellos (los delincuentes) imponen el precio del limón, deciden si se corta o no, ‘cantan’ los precios a productores, cortadores, empacadores y a transportistas; si lo cantan a 30 pesos, el precio se va elevando en cada paso, sale de Michoacán a 50 pesos el kilo, obvio que al ser llevado a otros estados o a la Ciudad de México se dispara el precio”, dijo un empacador.

El acoso de dos cárteles en Tierra Caliente incluso provocó que decenas de hectáreas de limón en Tepalcatepec, Aguililla, Buenavista Tomatlán y Apatzingán fueran abandonadas por los productores.

“Piden (cuotas) a los cortadores, a los dueños de las hectáreas, a los empacadores, a los transportistas, en cada etapa el precio de limón se eleva de precio para poder pagar a los delincuentes, por eso muchos decidieron no producir”, dijeron a Reforma limoneros que prefirieron omitir sus nombres.

La cruz que arrastramos, es otra: Bernardo Bravo

Bernardo Bravo Manríquez, presidente del Comité Nacional Sistema Producto Limón Mexicano, que agrupa a cerca de 8 mil productores de los estados de Michoacán, Colima, Guerrero y Oaxaca dice tener otros datos: “traemos cargando una cruz muy amarga que sí está relacionada a la seguridad, pero más a los problemas económicos, climáticos y sociales”.

Foto: El Chiltepín

En entrevista para Primera Plana, el líder productor ironizó sobre cómo las extorsiones que enfrentan los productores de limón y otros agroproductos desde hace más de dos décadas, “hoy son noticia”.

A su juicio, decir que el hampa es responsable, “no es verdad porque, que yo sepa el crimen organizado no tiene el poder de regular el clima y fueron las condiciones climatológicas y otros problemas, los que nos trajeron a esta crisis”.

Bravo Manríquez cuestionó incluso que se haga ese tipo de declaraciones “sin antes darse una vuelta a ver cuál es la situación real; hubo merma, crisis, pero el precio ya se está estabilizando, ya va a la baja, aunque seguirá un tanto caro por el acarreo, las mermas, el combustible y demás, precios que están altísimos”.

Lo que hoy vive el limón mexicano, fruta de la que Michoacán es líder productor, deriva de una crisis de productividad del 2020, con mermas millonarias, que no son exclusivas del cítrico.

Lo cierto es que la región del Valle de Apatzingán padece muchos problemas y hoy se reflejan en toda su extensión en el pico de precios, “se nos vino un 2020 malísimo para limoneros con la pandemia que golpeó a nivel mundial, fue un año realmente donde apenas subsistimos; luego en el 2021 con una temporada de huracanes fuertísima, donde nos duró lloviendo más de 4 meses y teníamos que realizar una operación extra, es decir, invertir más y los costos de producción subieron 200%, están más caros todos los insumos, elevadísimos”, explicó.

Agregó que frente a ello, se dejó de producir, “y si a eso le sumas los problemas de inseguridad, hay mucho robo de fruta en los huertos, entonces es peor el panorama y es ahí el encarecimiento”.

Bernardo no exime del riesgo el tema de la inseguridad -“que es un problema nacional”-, de las pésimas condiciones de carreteras, los bloqueos viales, los problemas en Aguililla, Tepalcatepec y Buenavista, que “hacen todo muy riesgoso”. De ahí que la merma alcanzó el 40%.

Sin acompañamiento del gobierno

La región del Valle de Apatzingán es una zona llena del cítrico. Oficialmente, de acuerdo a los reportes de gobierno, en poco más de una docena de municipios michoacanos se concentra el grueso de la producción limonera que rebasa -según esos reportes- las 900 mil toneladas anuales de la fruta.

“Por la libre”, agrega Bernardo Bravo, esos municipios entre los que destacan Buenavista, Apatzingán, Parácuaro, Múgica, Aguililla, Tepalcatepec y La Huacana, logran producir más de millón y medio de toneladas (“hay mucho comercio informal de limón”), el cítrico de oro de más de 5 mil productores michoacanos se lleva a diferentes partes del mundo.

Pese a la gran aportación que hacen al país, los productores “estamos abandonados, no hay acompañamiento del gobierno, ni habrá ya, los apoyos a infraestructura son inexistentes y ni qué decir para las cosechas, ya quitaron lo poco que había por lo de la pandemia, entendemos que la salud y la vida son prioridad, pero dejaron desprotegido el campo al reducir más del 80% del presupuesto; se les olvida que también el agro es vida”, concluyó.

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