EmocionArte

Cuando construyes una relación de pareja desde el hambre de afecto, terminas destruyéndola.
Ana Mar Orihuela

Imagina que vas con hambre al súper mercado, seguramente todo se te antojará y terminarás echando de todo al carrito aunque no lo necesites. Ana Mar Orihuela, menciona que cuando estamos faltas de afecto ante la vida, tenemos hambre de esto y por lo tanto aquello que satisfaga esa necesidad nos enganchará en relaciones de apego o codependencia.

Las carencias afectivas se dan principalmente en la infancia, etapa en donde la madre o el padre, y en ocasiones ambos no son proveedores de protección y atención afectiva. Lo que en edades adultas lleva a tener conductas como: hacer de todo para ser amada.

Se anda por la vida queriendo satisfacer las necesidades de la infancia, con las heridas no sanadas, fantaseando en relaciones no existentes, con una baja autoestima, “queriendo tapar el sol con un dedo” y cubriendo necesidades con migajas de amor.

Todo esto se traducirá en conductas de dependencia y sumisión emocional, aunque curiosamente se puede ser una mujer muy exitosa e independiente en lo económico-laboral (hambre de dama de hierro) y al mismo tiempo en las relaciones de pareja ser frágil y dependiente (hambre de niña-mujer).

En la historia del ser humano, la relación de pareja ha sido un factor fundamental para el desarrollo como sociedad; sin embargo, se han presentado condiciones que complican la sana interacción, un ejemplo de ello se localiza en la pérdida de límites que interfiere en el desarrollo individual. De modo que frecuentemente, la sociedad suele asociar el amor de pareja con la no existencia de límites.

Comúnmente existe una carga cultural de cómo ser mujer, incluso un mismo pensamiento adoptado por parte de nuestras madres de “hambre de hombre”, un modelo de mujeres sacrificadas y víctimas que no ponen límites porque es lo aprendido y no cuestionado.

Hay una niña atrapada en un cuerpo de mujer que quiere ser reconocida y un pensamiento de mujer con fecha de caducidad dispuesta a disminuir su propia identidad con tal de tener pareja y alcanzar el cuento de hadas.

Las heridas de la infancia son experiencias que fueron traumáticas y se quedan guardadas en nosotros para emerger en edades adultas y cobrar factura, estas lesiones pueden verse reflejadas en nuestros comportamientos e incluso en nuestro cuerpo.

¿Cuáles son las heridas que nos llevan a elegir desde el hambre?

🔸Herida de rechazo.
🔸Herida de abandono.
🔸Herida de traición.
🔸Herida de humillación.
🔸Herida de injusticia.

Estas afectaciones emocionales generan baja autoestima y desde esa escasez afectiva elegimos amistades, parejas e incluso formas de vestir y cosas materiales que “ayuden” a llenar la insatisfacción.

La autoestima es una cuestión de fondo y se refleja en la forma (el cuerpo), el vacío emocional nos lleva a querer llenar ese amor hambriento y nulificar la propia esencia. Sin embargo, una persona que no tiene una buena relación consigo misma, no tendrá una buena relación con nadie.

Algunos de los comportamientos de quien vive “hambre de hombre” son: actitudes compulsivas, control, instinto de sacrificio, vivir para el otro, ser incondicional, relaciones con hombres no disponibles, actitud de apego, ansiedad de ser suficiente, papel de la niña-mujer, necesidad de ser amada a cualquier precio y actitud permisiva.

Entonces, ¿qué hacer para dejar de elegir desde el hambre y la necesidad?

🔸Sé consciente y responsable de tus necesidades afectivas.
🔸Siéntete merecedora de que se llenen y se validen tus necesidades.
🔸Sé consciente de tu propia historia.
🔸Trabaja en una relación contigo.
🔸Vive el amor desde el amor propio.

Quien no conoce sus heridas está condenado a repetir la historia y la pareja es el lugar más frecuente para repetir esos sucesos dolorosos.

La pareja es el motivo perfecto para retraumatizarnos, lo que quiere decir que aunque el presente artículo habla del “hambre” de las mujeres, si los hombres también han sido heridos y no han logrado sanar, también pueden presentar esta necesidad o carencia.

Así que revisa si estás eligiendo desde el hambre y la carencia, reconoce lo que hay en ti y si crees que sea necesario acudir con un experto, no lo dudes.

Facebook
EmocionArte

Instagram
emocionarte.gestalt

6 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí