Transformando
Estamos arrancando la última semana del año 2021, a las 12 de la noche del próximo viernes 31 de diciembre terminará este año y con él pasará al olvido (como en años anteriores) todo lo que no se hizo, lo que se hizo mal y los propósitos que sólo duraron unos cuantos días al inicio del año.
Esta es una costumbre que tenemos los mexicanos y en general todos los latinos, “dar carpetazo” y seguir adelante, aunque sea más difícil hacerlo.
Históricamente, en México seguimos adelante el 1ro de enero, hace algunos años, con el aumento de las gasolinas, con la devaluación ó quitándole ceros a nuestra moneda, pero con la firme creencia de que vamos a salir adelante, tal como lo hemos hecho a lo largo de los años.
Creo que esta generación de mexicanos tenemos una capa transparente de resiliencia y tolerancia superior a los demás habitantes de esta Tierra, porque estoy seguro que en otra época o en otra latitud, la gente no tendría la resistencia que nosotros tenemos.
Me refiero a que en otra época (nuestros abuelos, bisabuelos, tatarabuelos) que vivían en un México con más dignidad, no hubieran aguantado (tal como lo demostraron), los abusos de unos cuantos en el poder:
- Las tragedias de los migrantes por la complicidad de las autoridades.
- La entrega de dinero a los hermanos del presidente, corrupción disfrazada de aportación, por cierto, una aportación que tampoco fue declarada.
- El deficiente manejo de la economía, logrando lo que presidentes “neobliberales, corruptos y complices de la mafia del poder”, no lograron en su época, hacer que la economía mexicana cayera cuando la de nuestro vecino del norte se recupera.
- El desprecio de las energías limpias y alto enfoque a energías fósiles, con un mensaje de apoyo a las fósiles por el capricho de salvar empresas del estado manejadas en forma ineficiente.
- Un largo etcétera que estoy seguro que no soportarían nuestros antepasados.
Finalmente, estamos a unos días de que termine 2021 y aprovecho para compartirles mis deseos para este 2022 que pronto llegará:
- Que se inicie, al menos, el combate a la corrupción, ya que no vemos gran cambio.
- Que este año sí estén primero los pobres, ya que son los más golpeados con la inflación, el desabasto de medicamentos y la falta de empleo.
- Que ahora sí baje la gasolina, al cabo ya tenemos refinarías, que aunque estén endeudadas y pierdan dinero, pues ya son seis.
- Que la energía eléctrica baje, aunque tengamos la amenaza de que nos obligen a consumirle más del 50% a CFE con la reforma eléctrica.
- Que se distribuya la riqueza, pero no por decreto, sino por una política pública que dé oportunidades para todos.
- Que se aplique el estado de derecho y se combata la impunidad comenzando como se barren las escaleras, “de arriba hacia abajo”
- Que se cuide la inversión extranjera, que se atraiga mayor inversión y se pueda disminuir la deuda.
- Que en los seis estados donde habrá elecciones, éstas se celebren de manera libre.
- Que se aumente la transparencia del manejo de los recursos de todos los mexicanos.
- Que se deje de perseguir a los científicos, se apoye al deporte y la cultura.
- Que ahora sí sea el año en que tengamos un sistema de salud como el de Dinamarca.
- Que se termine el huachicoleo auspiciado desde los altos niveles.
- Que nos volvamos a mimetizar con la economía de Estados Unidos para tener tendencia de crecimiento cuando ellos lo hagan.
- Que los abrazos funcionen y los militares regresen a los cuarteles.
- Que se venda el avión presidencial y se castigue la corrupción del NAICM.
Y si no es mucho pedir… mándanos a alguien que nos pueda representar para el 2024.
Además, de mis mejores deseos para quienes semanalmente me acompañan en esta columna.
¡Es tiempo de los ciudadanos!
Abelardo Pérez Estrada
@abeperez
Empresario, analista político, expresidente CANACINTRA