Morelia, Michoacán
Si se tratara de detener capos el problema de inseguridad ya se habría resuelto, pero no se trata de eso sino de coordinación con la federación, considera el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla.
“No es un tema de capos, detuvieron al Chapo Guzmán y está en una cárcel de alta seguridad en Estados Unidos y el tema de la violencia por el tema de los grupos de la delincuencia organizada está en niveles altos. Es decir, no es un tema de capos. Si fuera un tema de eso, pues ya desde cuándo”, declaró en su rueda de prensa semanal.
Tampoco es un asunto que se vaya a resolver a corto plazo, agregó, pues la generación de violencia lleva 20 años y Michoacán se ubica en la zona más peligrosa del país, colindando con Guanajuato, Jalisco, Colima y el Estado de México.

“El tema no es de 15 minutos ¿Cuánto nos va a llevar el tema de seguridad? Los seis años”, dijo.
Para el gobernador, se trata de un tema de coordinación y para él su mayor avance es haber restablecido la coordinación con las instancias federales “que no existía”.

¿Y mientras, qué pasa con las víctimas?
Durante la misma rueda de prensa, reconoció que su gobierno no tiene datos acerca del número de familias desplazadas por el crimen organizado en Chinicuila, aunque aseguró que se trata de un municipio con poca población y que ya hay presencia del Ejército y la Guardia Nacional, así como comunicación con el presidente municipal para obtener un diagnóstico de cuántas personas tuvieron que mudarse a Colima o a la cabecera municipal.
Por otro lado, confirmó que hay cerca de 3 mil desplazados de Tepalcatepec que se encuentran en la frontera de Tijuana en espera de obtener asilo político, aunque aseguró que se está atendiendo la inseguridad en Tepalcatepec y detalló que los desplazados provienen de las rancherías y algunos están siendo atendidos en la cabecera municipal por el gobierno municipal y el DIF estatal.
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