Ciudad de México
De acuerdo con las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en noviembre, el índice de precios se situó en un 7,37% anual, la mayor cifra desde 2001, año en que la inflación se ubicó en 8,1%.
A pesar de la lenta recuperación tras la crisis económica del coronavirus, el encarecimiento de las mercancías, los alimentos agropecuarios y de la electricidad han impulsado al alza este indicador muy por encima de los pronósticos del Banco de México que situaban el índice de precios en un 3%.
En el caso de las mercancías, los precios de estas aumentaron 7,24% en comparación anual, mientras que los servicios incrementaron en 3,59%.
Por su parte, los energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno subieron en 11.26% y en el caso de los agropecuarios, el alza fue de 14,3%.
Entre los productos del campo que tuvieron los mayores incrementos fueron el tomate verde (71,8%), chiles frescos (30,6%) y el jitomate (25,3%).
La analista Gabriel Siller explicó en su reporte sobre el indicador que los aumentos en los precios se deben a incrementos en los costes de las materias primas, lo que encarece los alimentos, mientras que las mercancías no alimenticias han subido durante el año debido al crecimiento de los costos de transporte e insumos para su producción.
La inflación se ha convertido en un fenómeno mundial en plena recuperación pospandémica. Estados Unidos, principal socio comercial de México, registró un aumento del 6,2% en octubre, el peor dato en 30 años.
