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En la historia del ser humano la relación de pareja ha sido un factor favorable para el desenvolvimiento como sociedad; sin embargo, este emparejamiento ha presentado condiciones que complican tanto la elección, como la interacción entre los miembros de la pareja.
La neurociencia afirma que la primer forma de elección de pareja entre un hombre y una mujer es mediante el olfato. La mujer tiene la capacidad de oler el complejo mayor de histocompatibilidad tipo 1, lo que quiere decir que el cerebro de la mujer tiene la capacidad de reconocer la diferencia de los genes del hombre e identificar la calidad de dichos genes, lo cual es de suma importancia para la procreación y para que la especie presente una mejoría genética. Por otro lado, el hombre es biológicamente más visual y con los estándares de belleza que hay actualmente, las expectativas de los masculinos han incrementado considerablemente.
En resumen, somos seres de instintos y eso no se ha erradicado con la evolución del ser humano.
En la actualidad, ambos miembros de la pareja quieren obtener una posición de dominio sobre el otro, en este intento de dominio, influyen los factores económicos, socioculturales y los biológicos anteriormente explicados.
Ahora bien, hombres con estatus económico alto, medio o bajo, quieren y desean mujeres bellas y con estándares de belleza elevados. Pero también en las mujeres existe una expectativa alta de encontrar a hombres con una solvencia económica mucho más amplia.
Es aquí, que como en otros contextos, entra la ley de la oferta y la demanda, mientras más estandarizada la belleza, más se desea, mientras más estandarizado el estatus económico, más deseado es.
Sin embargo, como diría Rubén González Vera, tenemos la pareja para la que nos alcanza y eso incluye desde la belleza física, hasta el poder adquisitivo y las carencias afectivas; así con los diversos factores que influyen al momento en el que elegimos a la pareja, es que nos emparejamos.
En el contexto actual, los roles de poder al interior de la pareja, se han dividido en: hipergamia (que será descrita en el presente artículo), homogamia (la pareja comparte una similitud en clase, estatus económico y social) e hipogamia (mujeres con tendencia a estar con hombres con un estatus social y económico menor al que ellas presentan).
Un término que emerge en los últimos tiempos y que cada vez es mucho más sonado, es la hipergamia o marrying up (acto que realiza una persona para elegir a una pareja con un estatus socioeconómico mayor al que se tiene o con un estándar de belleza muy alto). La conversión que se hace al inglés, es un término de la cultura anglosajona y la práctica fue principalmente utilizada por las mujeres hindús, quienes tenían como costumbre habitual casarse con alguien de por lo menos una casta más alta que ellas.
Relativamente la hipergamia es un término nuevo, pero lo verdaderamente interesante es cómo en estos tiempos se inventan términos para poder categorizar tal o cual cosa, tal o cual actitud, tal o cuál gusto, lo que parece más una necesidad de tener a todo el mundo etiquetado con el letrero de lo que supuestamente se es.
Por otro lado, aunque este término sea relativamente nuevo, se ha presentado en la sociedad desde hace mucho tiempo, sólo que sin la etiqueta y aunque el término no ha sido aceptado por los científicos, ha tenido mayor auge en esta época en dónde hay una cosificación de la otredad.
Haciendo una revisión de siglos pasados, nos podemos dar cuenta de que los matrimonios eran arreglados de manera “por conveniencia”, en dónde el masculino con mayor poderío y estatus social, tenía la oportunidad de elegir a la fémina más bella (lo cual era concebido como un estándar de salud y aseguraba la estirpe). Por ello es que el movimiento del feminismo, considera que la hipergamia, es un acto en el cual se sigue sometiendo al género femenino y ello no le permite a las mujeres propiciar su desarrollo intelectual, social y económico; sin embargo, eso sería un tema visto desde otra cosmovisión.
El cuestionamiento sería entonces… Si la hipergamia es una conducta que se practica desde hace muchas décadas. ¿Por qué hoy en la actualidad es más criticada?
¿Por qué a pesar de que hoy en día se supone que hay una aceptación e inclusión de muchos grupos, a las mujeres que practican la hipergamia le llaman interesadas e incluso el término ha sido relacionado con el famoso sugar daddy? ¿Por qué a los hombres que tienden a sentirse atraídos por los estándares de belleza elevados se les sigue satanizando?
A esto Carl Jung dice que, el mundo se ha convertido en el escenario de la sombra colectiva y reclama nuestra atención, la sociedad proyecta su parte oscura en sus miembros en lugar de realizar un trabajo de introspección. Así retomo que la hipergamia, a pesar de ser una práctica antigua, sigue estando vigente y no sólo eso, sino que hoy por hoy todas las personas la tienen focalizada por sus propias proyecciones de aspectos negados en ellos mismos.
Sea como sea, la forma en la que los miembros de la pareja deciden emparejarse, es importante que ambos lleguen a los acuerdos deseados y tengan claro el tipo de relación que se desea tener, ya que después de todo el elegir pareja no es sólo una respuesta a la evolución humana, sino también a la formación de las familias y nuevas sociedades.
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