Morelia, Michoacán
Este domingo pasando el medio día falleció el poeta Gaspar Aguilera, nacido en Parrales Chihuahua, pero radicado en Michoacán desde hace varias décadas, quien formó a varias generaciones de escritores michoacanos.
El prolífico escritor destacó por su sensibilidad en la poesía erótica y por su admiración hacia Julio Cortázar, a quien conoció personalmente y dedicó una de sus últimas obras, así como su gusto por el jazz.
Además de poeta y de haber sido galardonado por el Premio Eréndira 2008, fue un entusiasta promotor cultural y dedicó la mayor parte de su tiempo a organizar eventos de poesía, editar libros y alentar la actividad artística en la entidad.
De los detalles sólo se sabe que su estado de salud era delicado y que había sido hospitalizado a finales de octubre y en un principio se le había diagnosticado daño cerebral, pero posteriormente los doctores concluyeron que se trataba de una infección que pasaría con la suministración de antibióticos.
Sin duda, su partida será una honda pérdida para muchos artistas michoacanos, quienes ya dan muestras de cariño en las redes sociales de Gaspar Aguilera, conocido por sus amigos como “Pay”, pero su obra y el recuerdo de su carácter afable y cariñoso trascenderán el tiempo.
Autorretrato I
Me miro en el espejo
Gaspar Aguilera
y veo el rostro de mi padre:
la frente alta y digna
los labios carnosos
su humor interminable
su sentido del tiempo y de la moral
su impotencia ante la magia femenina
su creencia —como Rubén Darío—
en el “ensueño y el misterio como eterna atracción”
Me veo yo:
inundado de dudas
de zozobras
de arrepentimientos
(se va desdibujando parte de mi rostro
y escucho repetir a la conciencia taladrante:
“nunca segundas partes fueron buenas”)