Morelia, Michoacán

Con más de 20 años de experiencia en el estudio y organización de procesos electorales, Carlos González Martínez afirma que la incidencia del narcotráfico en los comicios de México es una realidad que ha ido evolucionando.

“Lo primero que hay qué decir es que la narcopolítica, la narcoeconomía y la narcoelección existen en este país”, destacó en entrevista durante el programa Los Demonios Sueltos, de Primera Plana Mx.

“Más vale que seamos honestos con nosotros mismos para enfrentar el problema; hay cualquier cantidad de testimonios de presencia del narcotráfico y de acciones concretas de bandas criminales (en los procesos electorales)”.

González Martínez es experto en temas de participación ciudadana y organización electoral, y fue, en el inicio de la década antepasada, vocal ejecutivo del Instituto Federal Electoral de Michoacán (IFE).

Al entrevistado le tocó encabezar en esta entidad la organización de las votaciones que llevaron a Vicente Fox a tirar al PRI de la Presidencia de la República, después de más de 70 años de hegemonía en el poder.

Atestiguó, además, el primer triunfo de la oposición a nivel gubernatura en esta entidad, cuando el perredista Lázaro Cárdenas Batel arrebató al tricolor el poder, por primera vez para un partido de oposición en la historia del estado.

Y desde entonces, dice González, ya el narco incidía en las elecciones.

“Había zonas de Michoacán donde nuestros capacitadores electorales tenían que pagar peaje a las bandas criminales. No era una caseta de Caminos y Puentes Federales, era el derecho a pasar y que permitiera pasar el crimen organizado para llevar la logística electoral a esas comunidades”.

“Los jóvenes que nos ayudaban a la revalidación del padrón, llegaban con tres o cuatro credenciales a la casa de alguien para decirle a ese alguien que no podía tener todos esos duplicados, y el criminal le decía ‘si puedo, y no solamente puedo; ahora quiero otra, porque por mi actividad criminal tengo que tener distintas identificaciones’. Eso existe desde entonces”, detalla el experto electoral.

De la amenaza, a convertirse en candidatos

Carlos González compara lo que está ocurriendo en México, con lo que vivió Colombia en su momento, cuando el narcotraficante Pablo Escobar se convirtió en candidato y posteriormente en diputado.

“Es un tema muy delicado, muy grave. Ha habido (en México) una evolución de la presencia y de la actuación del narcotráfico en la política y en las elecciones”, desnuda González.

Captura de pantalla

Y da sus argumentos:

“Primero era una actitud pasiva o de observación, y aquel partido que ganaba era invadido por el narco y con una capacidad de fuego mucho mayor que las presidencias municipales. Era ‘coopelas o cuello’. Había una especie de chantaje o de secuestro de la autoridad.

Poco a poco el narco ha ido evolucionando hacia otras cosas, a poner sus propias candidaturas o a desalentar las otras candidaturas”.

Detalla que, la elección del 2018, donde Andrés Manuel López Obrador gana la Presidencia de la República, ha sido la más violenta.

“Ese año fueron asesinadas unas 150 personas vinculadas a las campañas. En este 2021 hubo menos muertes, pero hubo más renuncias que en 2018, porque eso es lo que hace el narco: empieza a quitar a los contrincantes de sus candidaturas.

Empieza a pasar lo que, en Colombia con Escobar, que da el salto para ser diputado y ahora nosotros vemos en San Luis Potosí el gobernador que está claramente vinculado y que tiene, además, antecedentes penales de vinculación con el narco. Lo que estamos observando es una nueva forma del narco en la política”.

Para González, el crimen organizado lleva décadas metido en los procesos electorales, y ahora con más fuerza.

“Ya no solamente ponen o quitan candidaturas, sino que ya están ganando ellas o ellos las candidaturas”.


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