Copenhague, Dinamarca
Según el periódico El Clarín, Ole Ginnerup Schytz, un aficionado a la arqueología armado con un detector de metales, encontró uno de los mayores tesoros de oro de la historia previkinga de Dinamarca, localizado en un campo propiedad de su amigo.
Más tarde, el sitio fue excavado por arqueólogos profesionales de Vejlemuseerne, en colaboración con expertos del Museo Nacional y con financiación de la Agencia de Cultura y Palacios.
Los 22 objetos localizados, los estudios, numerosas muestras y datos recopilados, proporcionarán un conocimiento invaluable sobre las conexiones y circunstancias que llevaron al tesoro a ser enterrado por un cacique de la localidad de Vindelev, en la Edad de Hierro, hace aproximadamente mil 500 años.
Según el jefe de investigación de Vejlemuseerne, Mads Ravn, el tesoro de Vindelev consiste en medallones del tamaño de un platillo decorado, los llamados bracteates. También hay monedas romanas que se han convertido en joyas.
Algunas de las piezas exhiben técnicas de las que nunca se han visto ejemplos comparables. Por lo tanto, los expertos describen la calidad de este hallazgo como única.
Entre las piezas, también hay una que hace referencia al emperador romano Constantino, de principios del siglo IV.
Según los primeros exámenes, el tesoro pudo haber sido enterrado como una ofrenda a los dioses en un momento de severos cambios climáticos.