Ciudad de México – El Universal
Desde hace décadas, la plancha para cabello ha sido uno de las herramientas indispensables que no puede faltar en tu cajón para crear toda clase de looks. Cualquiera que haya probado una sabrá que el resultado es único. No obstante, hay que tener cuidado al utilizar uno de estos aparatos, ya que si subes demasiado la temperatura podrías dañar tu pelo.
¿Cómo funcionan las planchas para el pelo?
Desde tiempos antiguos, se ha usado el calor como un medio para alaciar y acomodar el cabello rebelde. El gusto por esos característicos rizos definidos o cortinas lacias ha ido y venido a lo largo de la historia. De acuerdo a un estudio de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), ya en la antigua Roma las mujeres utilizaban un aparato conocido como calamistrum, el antecedente de las tenazas modernas.
En el siglo XIX ocurrió una revolución con la primera alaciadora-onduladora inventada por Marcel Grateau. A lo largo del siglo XX la tecnología de calor evolucionó desde los costosos tubos y aparatos de salón hasta las actuales planchas alaciadoras. El principio es relativamente simple, se trata de energía eléctrica que se transforma en calor a través de placas.
El calor ocasiona que tu cabello se vuelva lacio, pierda volumen y se vuelva más manejable para toda clase de estilos. Sin embargo, un calor excesivo puede quemar tu pelo. Si te ha pasado esto último sabes que puede ser todo un dolor de cabeza. Además del olor a quemado, la zona afectada se vuelve quebradiza y con una textura similar a la paja.
La temperatura ideal según tu tipo de cabello
Si no quieres gastar en costosos tratamientos de reparación o preparar extraños remedios caseros, lo mejor es identificar con antelación el tipo de pelo que tienes para evitar maltratarlo con la plancha. De acuerdo al blog de PromoFarma, empresa dedicada a la venta de cosméticos y productos de belleza, mientras más delgado y frágil sea tu cabello, menor debe ser la temperatura que tienes que aplicar en él.
En caso de que tu pelo sea muy fino y liso, no hay que superar los 160ºC. La compañía recomienda empezar con un mínimo de 130ºC y ver los resultados. Como este tipo de pelo es ya lacio por naturaleza, no hay que abusar del uso de la plancha. Unos ocho minutos de tiempo de aplicación deberían bastar.
Para el cabello que se ubique en un término medio, es decir, ondulado con un grueso normal, la temperatura deberá variar entre los 160ºC y 200ºC. El promedio ideal estaría cercano a los 180ºC y el tiempo para utilizar la plancha no debería sobrepasar los 18 minutos. A pesar de ser un tipo de cabello más “problemático” que el totalmente liso, aún es bastante manejable sin necesidad de utilizar calor.
Por otro lado, cuando hablamos de cabellos gruesos y rizados, podemos permitirnos subir el controlador de temperatura entre 200ºC y 230ºC. No obstante, no debes abusar del tiempo de contacto, que en este caso debe ir entre los 20 y 30 minutos.
La Profeco señala que lo mejor es utilizar la plancha con moderación ya que un contacto prolongado podría provocar la pérdida de la humedad natural, brillo y sedosidad de tu pelo. Además, debes recordar no usar este aparato con el cabello mojado, ya que el exceso de agua ocasiona sobrecalentamiento.
Así que ya lo sabes, la plancha debe ser tu arma secreta sólo en ocasiones especiales para así mantener saludable tu cabellera.