Madrid, España
Enrique Veiga, un ingeniero español de 82 años, propietario de la empresa Aquaer, durante una dura sequía en el sur de la península, en la década de 1990, inventó una máquina que puede producir agua usando el aire y ha tenido una amplia difusión en las redes.
El dispositivo utiliza la electricidad para enfriar el aire hasta que se condensa en forma de agua, aprovechando el mismo efecto que provocan los aparatos de aire acondicionado.
Mientras que otros generadores de agua basados en una tecnología similar requieren una alta humedad ambiental y bajas temperaturas para funcionar eficazmente, las máquinas de Veiga caminan con temperaturas de hasta 40 grados Celsius (104F) y pueden soportar una humedad de entre el 10% y el 15%.
Un aparato pequeño puede producir entre 50 y 75 litros al día, que pueden transportarse fácilmente en un carrito, pero las versiones más grandes suministran hasta 5 mil litros diarios.
“Nuestro ideal no solo es hacer una tecnología que sea efectiva y que funcione, ¿no?, sino también que sirva para esa gente que vemos en los reportajes que tiene que andar kilómetros y kilómetros ahí para coger agua y hacer pozos”, explicó Veiga.
Los dispositivos fabricados por el español ya están suministrando agua limpia y segura a comunidades de Namibia y a un campo de refugiados libanés.