Madrid, España
Como un peligro para agricultores y ganaderos es considerada la proliferación descontrolada en España de la población de jabalí, la cual supera el millón de ejemplares y ha seguida creciendo durante la pandemia.
¿Por qué resulta peligroso? Porque se dañan las cosechas, y propagan enfermedades de sanidad animal como la tuberculosis o la peste porcina africana. Se han convertido, además, en habituales las imágenes nocturnas de grupos perfectamente alineados campando a sus anchas por calles urbanas en busca de alimentos, lo que ya ha provocado accidentes de tráfico.
De seguir esta tendencia, y ante la falta de depredadores naturales que lo combatan, la previsión es que el número de jabalíes pueda llegar a duplicarse en el año 2025.
“Una plaga de jabalíes en Valladolid provoca pérdidas del 40 por ciento en los cultivos”; “Galicia soporta ya 18 atropellos a la fauna cada día por los jabalíes; “El Ayuntamiento de Valdemorillo (Madrid) contrata a arqueros profesionales para reducir la población de jabalíes”; o “Los jabalíes amenazan el éxito reproductivo de las aves acuáticas del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel”, son sólo algunos de los titulares que se han dado a conocer últimamente sobre el impacto negativo de estos animales.