Boston, EU
Un buzo comercial de langostas de Massachusetts, llamado Michael Packard, de 56 años, contó a los médicos del hospital de Cape Cod que fue succionado por una ballena jorobada el pasado viernes y, a pesar de ello, sobrevivió de manera casi milagrosa.
“Estuve en su boca cerrada durante unos 30 a 40 segundos, a unos 13 metros de profundidad, antes de que saliera a la superficie y me escupiera”, escribió Packard en el grupo de Facebook Provincetown Community Space.
Packard, residente en Wellfleet, un pueblo del condado de Barnstable, aseguró que no tenía ningún hueso roto, solo algunas contusiones, a la vez que agradeció al personal de rescate de Provincetown por el trato ofrecido.
En declaraciones a Cape Cod Times narró cómo, tras ser succionado por el mamífero acuático, todo se puso negro:
“En un principio pensé que estaba dentro de un tiburón de gran tamaño, pero me percaté que era una ballena por la falta de dientes del animal y de heridas en mi cuerpo. Para salvarme, sacudí la cabeza del animal con todas mis fuerzas hasta que este me expulsó en la superficie”.
Packard refirió, además, que su compañero, Josiah Mayo, lo sacó del agua y lo llevó hacia la orilla para recibir atenciones médicas de urgencia.