Ciudad de México – Excélsior
Pocos son los restaurantes que deciden no recibir a sus comensales con una canasta de pan blanco, en muchas ocasiones calientito, acompañado de un poco de mantequilla. Pero te has preguntado, ¿por qué lo sirven?
Podrías pensar que ofrecer pan antes de cualquier cosa podría ser contraproducente para el restaurantero, pues el comensal se llenará antes de siquiera ordenar. Pero tiene un por qué.
La explicación al por qué sirven canastas de pan en los restaurantes tiene que ver con la tradición y los primeros restaurantes o tabernas. En un inicio, el consumo de proteínas animales como el pollo, el cerdo o la res estaba reservada para los más adinerados, por lo que los restaurantes tenían que encontrar la manera de que sus comensales se llenaran sin la necesidad de mucha carne. Por eso empezaron a servir pan.
El pan ha sido siempre un alimento presente en la alimentación humana y funciona a la perfección porque al estar hecho de cereales aporta ciertos nutrientes al mismo tiempo que llena a quien lo coma.
Cuando las carnes animales dejaron de ser exclusivas y comenzaron a ser parte regular del menú, la tradición del pan se quedó y entonces se adoptó como una forma de mantener a los comensales contentos mientras esperaban su platillo.
Contrario a lo que pensarías, el pan blanco fomenta o apoya la apertura del apetito. Al estar hecho con harina blanca que es un carbohidrato simple, en realidad ayuda a que tengas más hambre. Por eso, los restauranteros no se preocupan por que “te llenes de pan”. Al final del día saben que vas a tener más hambre y por ende, vas a pedir más.
Algunos lugares, como las cantinas o bares, optan por dar a sus comensales botanas saladas que hacen que tengas una sensación de sed y pidas más bebidas.
