EL OJO AVIZOR

El ridículo de la dirigencia nacional de Morena de ayer, cuando primero fue a manifestarse afuera de la oficina equivocada, y después al llegar a la correcta dándose cuenta de que su asunto no se iba a tratar, dejó en claro que lo que le importa a Mario Delgado y compañía es la candidatura del llamado ‘candidato violador’ Félix Salgado, y muy poco la de Raúl Morón, a quien apenas mencionó una sola vez, pero bajo el nombre ‘Rubén Morones’.

Y es que el absurdo comenzó desde el mismo hecho que provocó todo el problema: a los candidatos se les pedía presentar un simple papel, y a pesar de tener toda una maquinaria y cientos, si no miles de personas dedicadas a la campaña, nadie se ocupó de hacerlo, a pesar de que la ley marca con claridad que la consecuencia de ello es la pérdida de la posibilidad de registrar al candidato. Y al precandidato de Guerrero no le bastó estar acusado de violación por varias mujeres y tener al feminismo nacional tras él: a pesar de todo y de ser salvado una y otra vez por su partido, se buscó un nuevo problema.

Pero además, en el caso de Raúl Morón, la Junta Local Ejecutiva del Instituto Nacional Electoral (INE) informó que estuvo notificando a Morena Michoacán la necesidad de que comprobara sus gastos de campaña, pero al parecer todos andaban tan ocupados peleándose por la posibilidad de conseguir un bien pagado cargo público que se les olvidó escoger a alguien para que presentara el reporte, y el resultado es historia.

Después, surgió la primera evidencia de la poca importancia que Mario Delgado y compañía le dan a Raúl Morón: mientras se dedicaban a organizar la defensa de Félix Salgado Macedonio, los abogados redactaron su recurso de impugnación, y el documento resultante se lo pasaron a los michoacanos para que cortaran y pegaran, cambiando sólo los datos de su candidato.

Pero la ineptitud de quién sabe quién fue de tal tamaño que ni eso fueron capaces de hacer, y pidieron oficialmente al máximo tribunal electoral del país que le otorgara al exlíder de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) el registro de la “candidatura por la gubernatura de Guerrero”. ¿Así o más?

Y la cosa no paró ahí: en la ridícula protesta protagonizada ayer por el dirigente nacional de Morena, para hacer presión política sobre los magistrados que juzgarán sobre los errores jurídicos que su partido cometió (cuestión que, por supuesto, está completamente prohibida en cualquier país mínimamente democrático o con independencia de poderes, de la Revolución Francesa para acá), no había una sola persona allegada a Morón, arengas en su honor, pero ni siquiera un papelito con su nombre, mientras que el propio Félix Salgado estuvo siempre al frente, su no muy honrado nombre llenaba los gritos, y las deslucidas cartulinas también lo portaban.

Por una única ocasión Mario Delgado mencionó el caso del michoacano, tras darse cuenta de la inutilidad de sus acciones, cuando le vinieron a avisar que ni siquiera se iba a tratar el tema (cosa que el resto de interesados ya sabíamos, porque aprendimos a leer antes de la primaria), pero ni siquiera pudo recordar su nombre:

Acaba de aceptar el Tribunal el recurso de impugnación de Félix y también de Rubén Morones. Es una buena señal, quiere decir que sí van a discutirlo y esperemos que resuelvan conforme a derecho y reviertan el atraco que quiere cometer el INE. 

Para rematar, José Apolonio Albavera, el dirigente estatal oficial de Morena en Michoacán (porque tienen varios), hizo una rueda de prensa para manifestar que la suplente “temporal” de Raúl Morón en la candidatura al Gobierno del Estado sería la senadora Blanca Piña, olvidando el pequeño detalle de que en el acuerdo de paridad de género ellos mismos establecieron que esta posición en Michoacán sería para un varón.

Mientras tanto, el sistema democrático le ordena a Morón no hacer campaña, y el ‘Profe’ igual se va de gira, arguyendo que “no es como candidato”, sino “como coordinador de la 4T”. Le dejan claro que no puede estar en el evento inaugural de las campañas de su partido en Morelia, y lo que hace Morena es proyectarlo en una pantalla gigante arengando proclamas políticas. ¿Burlarse de la legalidad, la institucionalidad y el Estado de derecho es parte de su proyecto de nación, o de verdad no les da para más?

#LasCosasComoSon

Algo no anda bien con la actuación de estos señores guindas, que ya ni se pelean con sus adversarios, sino entre ellos, contra las leyes y los árbitros…

No nos engañemos: aquí no se trata de filias ni fobias partidistas. A quien quiera entrever en estas líneas una posición personal, debe saber que el que escribe cree que todos los partidos, sin excepción, son juntos o por separado el peor enemigo de México, de la democracia y del pueblo y su futuro.

La realidad es que nunca se había competido ni con tanto descaro, ni con tanta mediocridad por el poder en este país, sin siquiera blandir ya la bandera del pueblo, aunque sea para hacer parecer que les interesa algo más que repartirse el botín. Unos luchan por la 4T, y otros luchan contra la 4T. ¿Y las propuestas?, ¿y los diagnósticos?, ¿y las causas sociales?, ¿y las ideas? Bien, gracias.

Y la desesperación por obtener un pedazo del pastel de los impuestos del pueblo es tal, que se sucede ridículo tras ridículo, con una obscenidad tal que cada cosa que hacen para tapar su error anterior de lo que finalmente da cuenta es de una absoluta imbecilidad.


El autor es candidato a doctor en Políticas Públicas, maestro en Ciencias y politólogo especializado en Comunicación Política.

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