Estados Unidos
Durante el cuarto día del juicio a Derek Chauvin, policía que sometió hace casi a un año a George Floyd hasta que perdió la vida, se dio a conocer la grabación de una llamada que hizo a su jefe en donde manifestó: “Tuvimos que sujetar a un tipo. Se estaba volviendo loco. No quería entrar en la parte trasera de la patrulla”.
No obstante, el oficial duró nueve minutos con las rodillas sobre la espalda de Floyd, a pesar de que éste exclamó que no podía respirar, lo cual fue grabado por varios testigos con sus celulares. En las grabaciones de la patrulla se alcanza a escuchar que Chauvin dijo a sus compañeros que los testigos eran hostiles.
Entre la nueva información del caso, está también el testimonio de la novia de Floyd, Courteney Batya Ross, quien reconoció que tanto ella como él se habían vuelto adictos a los opiáceos, ya que debido a que sufrían fuertes dolores, se les habían recetado medicamentos con estas sustancias y habían desarrollado una dependencia.
Según Courteney Batya, esta adicción ya se había superado, pero en marzo de 2020 -dos meses antes de su muerte-, Floyd tuvo que ser hospitalizado por una sobredosis, ya que había pasado al consumo de sustancias ilegales debido a esta adicción y a los dolores crónicos que padecía.
A partir de este testimonio, surge la hipótesis de que Floyd podría haber estado bajo los efectos de una sustancia durante su arresto, lo que no justificaría su asesinato, ya que se le retuvo contra el suelo a pesar de ya estar esposado.
También se dio a conocer que los policías llamaron a una ambulancia pero no lo reportaron como una emergencia, ya que al parecer no se habían percatado de que no respiraba. Minutos después alertaron a la ambulancia con un código de emergencia, pero al llegar los paramédicos no encontraron signos vitales en Floyd. Uno de estos paramédicos declaró en el juicio que se le trató de hacer resucitación en la ambulancia pero tenía un paro cardíaco y que en esas condiciones fue dejado en el hospital.