Morelia, Michoacán
El 60 por ciento de las mujeres víctimas de feminicidio en Michoacán eran madres de familia; en la entidad se identifican 80 niños, niñas y adolescentes huérfanos, quienes viven el daño colateral por la pérdida de su madre, informó Claudia Elena Padilla Camacho, titular de la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres (Seimujer).
En el marco de la presentación del Modelo de Atención y Acompañamiento Psicoemocional e Institucional para Niñas, Niños y Adolescentes en Situación de Orfandad por Feminicidio, la funcionaria estatal recalcó que la violencia contra las mujeres es otra de las pandemias que sufre el país, ya que cada día, son asesinadas 10 mujeres en México.
Bajo dicha situación destacó que Seimujer, el DIF y la Secretaria de Educación en el Estado (SEE) diseñaron un modelo interinstitucional para brindar una atención integral a quienes queden huérfanos y huérfanas.
“Con el modelo generamos diversas situaciones de crecimiento y desarrollo, lo que se pretende es que podamos contribuir a reducir el impacto de la pérdida de la madre y eso no afecte el desarrollo de niñas, niños y adolescentes”.
Claudia Elena Padilla expuso que en el caso de la SEE, se brindarían becas para las y los niños huérfanos, con la finalidad de evitar la deserción escolar y las escuelas se conviertan en espacios de contención ante el duelo, mientras que Seimujer y el DIF ofrecerán todo el acompañamiento psicológico y emocional.
El Modelo de Atención y Acompañamiento se enfocará en tratar el impacto psicológico para encontrar una explicación de la pérdida de la madre. Según el modelo “se facilitarán recursos” para la atención interinstitucional de acompañamiento.
Asimismo, se prevé brindar herramientas para el crecimiento personal y emocional de la infancia afectada, con lo cual se aprendería a resignificar el dolor y se trabajaría en la consciencia social, desde la explicación de los derechos de niños, niñas y adolescentes.
Después del trabajo emocional, y la identificación de factores de riesgo, el modelo pauta la resiliencia, como capacidad de superar el trauma para fortalecer la identidad, pese a la dolorosa situación, todo bajo el trato de especialistas del DIF, Seimujer y la SEE.
Para ello, el plan contempla la sensibilización y capacitación de burócratas, que tengan claro que tratar con niños y niñas en orfandad requiere de un trato humanista.
