Los Ángeles, Estados Unidos – El Universal
Una de las entrevistas más esperadas de los últimos tiempos es la que concedieron el príncipe Harry y Meghan a la periodista Oprah Winfrey, misma que fue transmitida este domingo a través de la cadena de televisión estadounidense CBS.
La atención estaba puesta en la pareja real ya que recientemente ambos anunciaron su separación de la realeza, renunciando así a los privilegios legales, pero quedando en libertad de las obligaciones y prohibiciones que supone pertenecer a la corona.
Durante la entrevista la pareja no sólo reveló el sexo de su próximo bebé. “¡Es una niña!”, dijo Harry emocionado, sino que también contaron oscuros secretos que envuelven a la familia real.
Destacó la confesión de Meghan acerca de que antes de que su primogénito naciera, algunos miembros de la familia sostuvieron conversaciones con Harry sobre la preocupación que suponía la raza del pequeño Archie Harrison, esto debido a que la duquesa era una actriz estadounidense antes de conocer al príncipe.
Harry había participado en “varias conversaciones” con la “familia” sobre el tema, dijo Meghan. “Preocupaciones y conversaciones sobre cuán oscura podría ser su piel”.
“¿Sobre qué tan oscuro iba a ser su bebé?” preguntó Oprah, a lo que Markle respondió: “Potencialmente… y lo que eso significaría o cómo se vería”.
Al principio de la conversación, Meghan relató su historia de amor con el hijo de la fallecida Princesa Diana y contó que ella no estaba informada acerca de su familia antes de conocerlo.
Aclaró que lo que se dijo en su momento sobre que ella tenía una enemistad con su cuñada Kate Middleton por haberla hecho llorar durante su boda, fue realmente lo contrario.
“Unos días antes de la boda, estaba molesta por los vestidos de niña de las flores y eso me hizo llorar”, dijo. “No creo que sea justo para ella entrar en los detalles de eso, porque se disculpó”.
Cuando el duque de Sussex se unió a la conversación también revelaron que su boda mediática realmente no era la ceremonia oficial para ellos, pues días antes se casaron en secreto sin ningún testigo.
“Simplemente dijimos, ‘mira, este espectáculo es para el mundo, pero queremos nuestra unión entre nosotros’. Entonces, los votos que hemos enmarcado en nuestra habitación son sólo nosotros dos en nuestro patio trasero con el Arzobispo de Canterbury”.
Aunque al final de la conversación ambos aceptaron que su historia de amor podría nombrarse con un final feliz, durante la charla de dos horas ambos mencionaron las dificultades de pertenecer a una institución severa como la corona británica.
Por una parte, Harry aceptó que la familia siempre ha sido víctima de los tabloides de la prensa y que esa es una de las razones por las que decidieron alejarse; mientras que Meghan confesó que cuando tenía cinco meses de embarazo se sintió tan recluida por la institución real, que pensó en suicidarse.
“Simplemente ya no quería estar viva. Y ese era un pensamiento constante muy claro, real y aterrador. Y recuerdo … recuerdo cómo me acunó. Dije que necesitaba ir a algún lugar para obtener ayuda. Dije que ‘nunca me había sentido así antes, y necesito ir a algún lado’. Y me dijeron que no podía, que no sería bueno para la institución”.
Entre otros detalles, el duque dijo que su padre dejó de responderle las llamadas cuando él y su esposa decidieron renunciar a la corona y aceptó que tiene una relación tensa con su hermano, el príncipe William.
“’Amo a William en pedazos. Él es mi hermano. Hemos pasado juntos por el infierno. Quiero decir, tenemos una experiencia compartida. Pero vamos por caminos distintos”.