Washington, Estados Unidos
Estados Unidos lanzó ayer jueves ataques aéreos en Siria contra instalaciones ocupadas por milicias respaldadas por Irán, lo que provocó la muerte de al menos 17 combatientes proiraníes.
Según informó el diario El Universal, el Pentágono declaró que los bombardeos eran en represalia por un ataque con cohetes en Irak a mediados de este mes, donde murió un contratista civil y causó heridas a un militar estadounidense y a otros soldados de la coalición.
Los bombardeos fueron una respuesta a “las constantes amenazas” a militares estadounidenses y a soldados de la coalición desplegados en Irak, aseguró el portavoz del Pentágono, John Kirby.
Estos ataques “destruyeron múltiples instalaciones ubicadas en un punto de control fronterizo usado por algunos grupos militantes respaldados por Irán, incluyendo Kataib Hezbolá y Kataib Sayyid al Shuhada”, detalló la declaración.
Según medios estadounidenses, el blanco del ataque funcionaba como centro de operación para tráfico de armas y el objetivo al destruirlo era impactar la capacidad de las milicias de perpetrar futuros ataques contra soldados estadounidenses o de la coalición.
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