FOTO: ACG

Morelia, Michoacán

“¿A dónde vamos a parar con la Cuarta transformación?”, cuestionó el gobernador Silvano Aureoles al quedar demostrado que la Presidencia de México no respeta a los órganos supuestamente independientes, en particular en estos días a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), órgano fiscalizador que observó al Gobierno de México más de 67 mil millones de pesos en la Cuenta Pública 2019, y fue amenazado públicamente por el presidente López Obrador, con lo que terminó desdiciéndose.

“Sale mal parada la 4T en la fiscalización, por la gran cantidad de programas señalados. Su famoso Jóvenes Construyendo el Futuro, o el Sembrando Vida, con muchos señalamientos, con una suma observada altísima.

“No está bien que el presidente descalifique los datos de Auditoría, un órgano autónomo constitucional que tiene toda la autoridad para hacer la revisión de la Cuenta Pública. Como dice la canción: ‘¿A dónde vamos a parar?‘”, opinó Aureoles Conejo.

Ante las observaciones financieras técnicas hechas por la ASF a las cuentas del Gobierno Federal, el presidente de México aprovechó su rueda de prensa diaria para insinuar que el órgano constitucional trabaja para sus “adversarios” y advertirle que “revisara sus cifras”, ya que él “tiene otros datos”, con lo que orilló a la institución a argumentar que todos sus cálculos eran erróneos, y que todas las cuentas son como diga el mandatario federal.

Auditoría: para todos menos para el presidente

Para contrastar, Silvano Aureoles exhibió que la ASF le observó 237 millones de pesos a Michoacán, de los cuales 30 millones (12.7%) corresponden al Gobierno del Estado y el resto (87.3%) a las presidencias municipales del estado, pero todos se encuentran aplicados a encontrar dónde están los errores para subsanarlos:

“Son cosas menores para administración estatal, pero que se habrán de solventar, y entregar la información que corresponda, y acatar la ley”.

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