Morelia, Michoacán
Los diputados locales someterán a discusión la derogación de los artículos 142 y 145 del Código Penal del Estado, que implican penalidades para las mujeres que de manera voluntaria aborten o para los médicos que practiquen un aborto con consentimiento.
La iniciativa presentada por diversos colectivos feministas que integran la iniciativa ciudadana ILEMich fue admitida para su análisis con el objetivo de que sea dictaminada por la Comisión de Justicia y después poder ser votada por el Pleno Legislativo.
El argumento de la propuesta ciudadana es que se debe derogar todas las disposiciones que permitan, toleren o condonen cualquier forma de violencia por razones de género, pero también la criminalización y revictimización de las mujeres que la han sufrido, pues actualmente en Michoacán si una mujer es violada puede terminar presa por el delito de homicidio en razón de parentesco.
Además, el porcentaje de abortos que se practica en condiciones peligrosas está directamente relacionado con el grado de restricción o punición de las leyes que rigen el aborto, argumentan con datos públicos emitidos por los propios organismos gubernamentales.
Por ende, puntualizan que el artículo 142 del citado código, que habla sobre el aborto con consentimiento, tiene que ser derogado, ya que impone una pena de seis meses a dos años de prisión al profesional de la salud que practique la interrupción voluntaria del embarazo.
Pero aún peor, apuntan, el artículo 145 dictamina que a la mujer que voluntariamente provoque su aborto se le castigará con seis meses a un año de trabajo en favor de la comunidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y diversos estudios científicos internacionales demuestran que penalizar la interrupción voluntaria del embarazo no hace que se reduzca su práctica, sino que, por el contrario, aumente el número de mujeres que recurren a soluciones clandestinas y peligrosas, mediante intervenciones no practicadas por médicos especialistas, lo que provoca graves problemas de salud en numerosos casos, a veces permanentes, y en los peores la muerte.
De los embarazos no planeados que ocurren cada año, 61% termina en aborto, lo que se traduce en 73 millones de abortos por año a nivel mundial. De las mujeres que toman esta decisión, aproximadamente 19 millones (31%) se someten a procedimientos en condiciones inseguras, lo que causa al menos 68 mil fallecimientos, lo que equivale al 13% de todas las muertes relacionadas con el embarazo.