Madrid, España

La policía de España disparó ayer miércoles gases lacrimógenos, balas de goma y bombas de sonido contra las personas que asistían a manifestaciones en Madrid, Barcelona y otras ciudades, un día después de la detención del rapero Pablo Hasel, condenado a 9 meses de cárcel por enaltecer el terrorismo e insultar a la realeza en sus canciones.

Las protestas en la Puerta del Sol madrileña fueron inicialmente pacíficas, con gente aplaudiendo al unísono y coreando “¡No más violencia policial!” y “¡Libertad para Pablo Hasel!”. Sin embargo, la policía sacó sus porras después de que algunos protestantes lanzaron botellas de vidrio y piedras que se habían desprendido del pavimento.

La policía catalana, Mossos d’Esquadra, por su parte, respondió con cargas y disparando balas de goma para dispersar a sus atacantes en Barcelona y otras ciudades de Cataluña como Gerona.

Como se recordará, el martes pasado la policía irrumpió en la Universidad de Lleida, en Barcelona, donde Pablo Hasel estaba atrincherado con decenas de simpatizantes, y lo detuvo, lo que desencadenó concentraciones y disturbios.

Entre el martes y el miércoles han sido detenidas al menos 33 personas en Cataluña y 19 en Madrid, entretanto, en la capital española 35 policías y otros 20 ciudadanos, entre manifestantes y transeúntes, han sido atendidos por heridas menores, al tiempo que en Cataluña hay 15 lesionados, diez de ellos en la capital de esa comunidad autonómica.

Según trascendió durante las marchas del martes en Barcelona una joven perdió un ojo como consecuencia de la brutalidad policial. 

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