Morelia, Michoacán
Si no hay inclusión no hay democracia, pues la igualdad no sólo debe ser reconocida en las leyes y normas, sino ser llevada a cabo en la realidad, coincidieron los diversos especialistas que participaron en la mesa de análisis “La importancia de la democracia incluyente”.
La participación política es un derecho humano básico, sin embargo los grupos minoritarios no han sido lo suficientemente incluidos, como las comunidades de sordos, LGBTI+, de migrantes, de personas con discapacidad, indígenas, mujeres y jóvenes, argumentaron.
“Actualmente no todas las personas tienen salvaguardados sus derechos a la educación, a la salud, mucho menos a sus derechos político electorales”, aseveró Alberto Hernández Ramírez, titular del Consejo Estatal para Prevenir y Eliminar la Discriminación y la Violencia en Michoacán (Coepredv).
Añadió que no es suficiente el voto de personas con discapacidad o transexuales en la jornada electoral, pues estas minorías deberían tener generadas las condiciones para participar como candidatos, no sólo como receptores de credenciales o expedidores de papelería el día de la elección.
Para Juan Plancarte Esquivel, visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), el reto más grande es sensibilizar a la ciudadanía para que las minorías puedan participar y se generen las condiciones viables para ello.
“Los estereotipos deben ser eliminados, la diversidad no tiene porque hacernos diferentes, esa es una esencia de los derechos humanos”, afirmó.
Nuria Gabriela Hernández Abarca, secretaria de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres en el estado, apuntaló que la participación de las mujeres y jóvenes en los procesos electorales debe ser parte del cumplimiento legislativo, pues ambos sectores en el listado nominal representan, 52 y 30 por ciento, respectivamente, es decir constituyen el grueso de la población, por lo que para ellos y ellas debe de haber una representación real, en la que se garantice su inclusión.
“Una democracia incluyente habla de todas las personas que habitan un país, de una sociedad sin discriminación, sin violencia, en donde prevalezca la igualdad de oportunidades y en donde los gobiernos reconozcan los derechos sociales para todos los ciudadanos y ciudadanas”, expresó.
Para el fiscal especializado en la Atención de Delitos Electorales en la entidad, Omero Valdovinos Mercado, la democracia incluyente hacia las mujeres debe estar siempre a la par que la de los hombres.
El voto de los migrantes, agregó el consejero del Instituto Electoral de Michoacán (IEM) Juan Adolfo Montiel, es un derecho que debe impulsarse y ampliarse, pues se estima que hay 12 millones de mexicanos en Estados Unidos, es decir un 10 por ciento de la población mexicana, que es de 126 millones habitantes en el territorio nacional, y sin embargo sólo el 1% de los que están en el país del norte está inscrito en la lista nominal.
Para la magistrada del Tribunal Electoral del Estado de Michoacán (TEEM) Yurisha Andrade Morales, es alarmante que el 21.5% de la población mexicana sea indígena y sólo unos pocos son los que acceden una curul, por lo que la representación de este sector, evaluó, se encuentra muy limitada.
“La democracia incluyente es la democracia que debe integrar a grupos minoritarios en el reconocimiento de sus derechos e igualdad, pero a su vez activar a los ciudadanos para ejercer esos derechos desde la vida pública”, reflexionó.
Rafael Escutia Garmendia, del Colectivo Michoacán es diversidad, la igualdad que está escrita en el papel, es decir en la Constitución y en las leyes, debe de reflejarse en la realidad. Ante ello, evaluó que la población LGBTI+ ha sido excluida no propiamente por su vulnerabilidad, sino por las reglas políticas, sociales y valores culturales que existen en la sociedad, bajo los cuales se crean prejuicios sobre la participación de este sector en la vida publica y política del país.
Finalmente para la consejera del IEM Araceli Gutiérrez Cortés, quien fungió como moderadora, la democracia debe contribuir a eliminar todas las brechas de desigualdad que existen, donde los partidos políticos son trascendentales, en su visión, para la inclusión e impulso en sus candidatos y candidatas.
“Se debe mejorar esa inclusión, pues la participación política es un derecho humano, donde el fortalecimiento de la ética será importante en esa inclusión”, añadió.