Ciudad de México

En un estudio publicado no hace mucho por la revista Ecological Entomology, y divulgado por BBC News Mundo, se afirmó que la mayoría de los mortales sentimos una gran aversión por las avispas, mientras que las abejas son vistas como unos nobles insectos que nos regalan la deliciosa miel y otros muchos beneficios. Sin embargo, los expertos aseguran que esta visión, muy generalizada, es injusta, porque las primeras son tan beneficiosas para el medio ambiente como las segunda.

Basados en una encuesta realizada a 750 personas en 46 países, expertos del Reino Unido e Italia sostienen que las avispas necesitan una urgente campaña de publicidad y una mejor prensa que restaure su imagen e intensifique los esfuerzos que se realizan en materia de conservación.

En el referido sondeo de opinión se pidió a los participantes que enumerarán palabras asociadas a estos insectos y los resultados fueron muy reveladores. Las avispas aparecieron vinculadas a voces como “peligrosas”, “picaduras” y “molestas”, en tanto, las abejas fueron elogiadas con términos al estilo de “miel”, “flores” y “polinización”.

A propósito de este resultado, Seirian Sumner, profesora de University College, en Londres, y líder del equipo de investigadores, subrayó que las avispas también polinizan flores y cumplen un papel clave para el medio ambiente, pues matan y se comen a otros artrópodos considerados como una peste para los cultivos y la sanidad ambiental.

“Los ciudadanos que no están al tanto de las increíbles funciones que cumplen las avispas en términos ecológicos, señaló Sumner, piensan que estas solo quieren molestarlos persiguiendo su sándwich durante un picnic o propinarles peligrosas y dolorosas picaduras, cuando en realidad ellas solo están interesadas en atrapar presas que puedan llevar a su nido para alimentar a sus larvas”.

Por su parte, Alessando Cini, investigador de la Universidad de Florencia y coautor del estudio, advirtió que la falta de estudios sobre las avispas dificulta el diseño de estrategias de preservación de una colonia de voladores que está declinando, debido a la pérdida de hábitat y al cambio climático.

“El primer paso es que los propios científicos aprecien e investiguen más la importancia de las avispas, recalcó Cini, para que luego ayuden al público a entender el valor de estos insectos”.

Finalmente, Seirian Sumner enfatizó en el trabajo dado a conocer por la revista Ecological Entomology:

“Necesitamos que la prensa nos ayude a cambiar las percepciones sobre estos insectos, y que de una actitud de odio, les demos cabida a sentimientos positivos y tolerantes. Un mundo sin avispas sería un mundo en el que deberíamos usar muchos más pesticidas y plaguicidas”.

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